Un recuerdo de las bibliotecas islámicas
En la última entrega (Ñ 639) el nuevo director de la Biblioteca Nacional de la República Argentina, Alberto Manguel, en el artículo “La sombra de Alejandría” hace una clara referencia a las bibliotecas islámicas de la Antigüedad, con especial énfasis en las de Bagdad, El Cairo, Córdoba y a su principal libro Al’Coran Al-Karim (El Noble Corán). La importancia de las mismas era tan grande que recibían nombres como Bait alHikma (La Casa de la Sabiduría) en Bagdad y Dar Al-Ilm (Casa de la Ciencia) en El Cairo. Establecer una certera referencia histórica con todo su potencial, no sólo ayuda a la memoria de las instituciones bibliotecarias, sino al perfil profesional de aquellos que estamos insertos en esos espacios. En esas bibliotecas y desde esa época, como característica particular, los bibliotecarios realizaban una gran ayuda social, pues los que llegaban desde lejos a consultar sus tesoros bibliográficos se les brindaba gratuitamente agua, estancia, papel, tinta y cálamos. Hoy, los espacios físicos de las bibliotecas están mutando, pero el espíritu árabe-islámico del conocimiento y del hospedaje no ha cambiado; quizás hoy ofreciendo accesos electrónicos desde las computadoras de las maktabatas (bibliotecas) y conservando, por parte de los profesionales, interesantes conversaciones con sus usuarios, para cuidar y mantener el lindo espíritu ancestral de la oralidad. Mi agradecimiento, por este recordatorio.
Julio Díaz Jatuf