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Originales o fabricados por otras marcas, los accesorios para las pistolas Glock conforman un mundo de muchas posibilidades y bien diversos gustos.
Originales o fabricados por otras marcas, los accesorios para las pistolas Glock conforman un mundo de muchas
Cuando una marca o modelo de arma triunfa comercialmente, inevitablemente comienza a aparecer un sinnúmero de accesorios para ella. Una de las pruebas más contundentes de esa afirmación es, sin lugar a dudas, la carabina semiautomática Ruger 10/22. Todo lo que usted imagine que se le puede adosar… ya se ha fabricado.
Y en lo que a armas de puño se refiere, probablemente el cetro se le otorgue a la austríacastríaca Glock. Desde su apariciónn en el mundo de las armas, muchos uchos se dedicaron a fabricar accesoriosccesorios para ella. Algunos parara mejorar su operatividad, otross por una cuestión simplemente e estética, otros para adaptarlarla a ciertas disciplinas deportivasportivas y muy pocos –afortunadatunadamente– totalmentee inútiles. El más claro ejemplo de estos últimos es una tapita para el hueco eco de la empuñadura: nos permite llevar en él… una bala más.
El gran universo
Las primeras ofertas aftermarket fueron miras con insertos de tritium o fibra óptica, para favorecer su visualización en bajas condiciones de luminosidad. Luego, alargues de cargadores para aumentar su capacidad, juntamente con embudos se agregaron a la lista.
Cañones match producidos por reconocidas marcas buscaban solucionar el problema de las recámaras de Glock, que al no brindar total soporte a la vaina producían, en algunos casos, deformaciones. Algunos de ellos con estriado convencional, que es de preferencia de muchos tiradores. Otros compensados y algunos roscados para permitir la instalación de supresores o compensadores.
Los cargadores también entraron en la vertiente, y comenzaron a aparecer de alta capacidad, totalmente metálicos, transparentes y –por último– en caracol con capacidad para 50 o 100 cartuchos.
A nt e semeja nt e poder de fuego era necesario un culatín y, lógica mente, apa reció. En distintas versiones, permitían transformar rápidamente a una Glock en un arma de hombro, brindando un apoyo firme que
facilitaba la toma de puntería. ería.
Posteriormente, unas carcasas arcasas que permitían colocar las pistolas dentro de ellas –conocidas genéricamente como Roni por la a marca que las popularizó– brindaban ndaban no sólo un apoyo de hombro, ro, sino también un aspecto de subfusil, ubfusil, permitiendo a su vez la instalación alación de un sinnúmero de accesorios, esorios, tales como apuntadores láser,ser, linternas tácticas, miras telescópicascópicas y hasta bolsas de recolecciónción de vainas. Y, lógicamente, llevarevar en el conjunto un cargador extra. tra.
La última de las versiones –el MicroRoni– poseeadelantosencuanto a diseño y prestaciones, incluyendo un práctico seguro eterno que cubre el arco guardamonte protegiendo la cola del disparador. También es posible obtener las llamadas Tactical Skin, unas coberturas plásticas que envuelven la corredera, brindándole una protección extra y un aspecto… ¿diferente?
A los accesorios simplemente estéticos, como tapitas decoradas con los más diversos motivos
para que cada uno persona personalice lice su arma, hay que agregarle otros que cumplen una función específica y –por ende– son de utilidad para determinados usos. Dentro de ellos encontramos guías de resorte con apuntadores láser, sistemas completos de disparo para reducir el libraje, comandos externos extendidos y distintos tipos de alza y guión.
Un punto de despegue para muchos accesorios significó –a partir de la Generación 3 de Glock– la inclusión de una guía para instalarlos. Desde entonces, linternas y apuntadores láser de las más diversas marcas y especificaciones se adosaron a la lista. Y quienes gustan atesorar recuerdos de sus tiradas, ahora disponen de un soporte para cámaras de acción.
Y sí… en el increíble mundo de los accesorios, si usted lo pensó, seguramente alguien ya lo fabricó.