Weekend

Una tarde a puro pique.

En un clima de transición, hay que adaptarse a sus posibilida­des pasando de la carnada a los señuelos. Además, un hallazgo científico a modo de primicia.

- Por Wilmar Merino.

En un clima de transición, sacamos las primeras tarariras en San Pedro. Hay que adaptarse a sus posibilida­des pasando de la carnada a los señuelos. Además, un hallazgo científico a modo de primicia.

Los primeros calores de agosto ponen fin a la veda taruchera que el frío intenso impone a los fanáticos, y septiembre es el mes donde la especie –que viene de su letargo invernal con breves paréntesis alimentici­os– comienza a comer vorazmente de cara a su desove, que se da entre la primavera y el principio del verano. Y en lo que se refiere al corredor turístico llamado Delta Norte, hay un enclave pesquero que por tradición, buenos ámbitos y guías muy duchos en pescas calificada­s, siempre pica en punta. Ese lugar es San Pedro.

Hablando de guías calificado­s, en esta ocasión salimos con Ruly Ferreyra y Pepe Rivas, dos verdaderos apasionado­s de la pesca con artificial­es tanto en las modalidade­s baitcast como flycast. En el plan propuesto, iríamos testeando en f ly correderas y barrancas sobre el Paraná hasta internarno­s luego en rendidores arroyos con desbordes en donde la tarucha busca el agua que calienta rápido y las activa. Son zonas bajas de ambientes lénticos donde las forrajeras son presa fácil de sus mandíbulas.

El día elegido se presentó con tiempo amenazante por la mañana, donde las nubes amagaban con descargar, algo que felizmente no ocurrió. Pero el frío y el viento, factores que conspiraba­n en contra, solo nos permitiero­n cobrar un par de doradillos saltarines en fly, y apenas un par de tarariras con carnada natural en aguas pro- fundas de hasta tres metros.

Es que así como el sol de la tarde se agradece con buenos piques en aguas bajas, las heladas matutinas propias de estos tiempos de transición, motivan la fuga de la especie hacia el centro de los arroyos, donde las marcas térmicas son mas estables y ellas recuperan movilidad. Recordemos que en la cuenca Parano Platense la tarucha no es predador tope y debe estar activa para no ser pre- sa de dorados, pirañas y surubíes que pueden convertirl­a en alimento. Así las cosas, con boyas plop o boyas simples doble T con rattling, logramos mover algunas con carnada de filet de bagre amarillo, teniendo la particular­idad de que podíamos pescarlas solo usando anzuelos pequeños, puesto que ante bocados grandes solo movían la boya tímidament­e y soltaban luego el cebo.

Las cosas cambiaron en las

dos últimas horas del día, donde las nubes dieron paso al sol y la térmica pasó los 15 grados. A llí las tarus de El Sepultura y arroyo El Bobo, siempre en profundida­des de un metro, empezaron a moverse. Los artificial­es que nos dieron las primeras fueron lipless que bajaran “peinándole­s la ñata”: rata Bad Line, X-Calibur y Cotton Cordel Lipless. En estos ámbitos es factible pescarlas también con moscas bien lastradas, trabajadas lentamente. A no olvidar, las siempre efectivas combinacio­nes de cucharas con señuelos blandos. Así, las Mepps 3 o 4, las Blue Fox, las Alfers, todas en esos tamaños, serán mort a les tra i leadas con a n z uelos of fset (con o sin lastre) y gomas como las Havoc, las GozioSoft, o –las que más resultados me dieron– las Yum con patas de cangrejo o langosta. Estas combinacio­nes son letales en aguas de menos de 50 cm, con la ventaja de contar con la posibilida­d de ocultar la punta de los anzuelos de los enganches y pasear estos combos entre el planterío donde se camuflan las dientonas.

Engaños para el tiempo frío

Por útimo, ya para testear ámbitos muy tapiados donde nada que se sumerja pueda funcionar, siempre llevar cucharas sliders como una Goziolure, o una Moss Boss, que nos darán en tiempos fríos muchos ataques y pocas capturas, pero una diversión magnífica porque detectan los peces a los que podemos volver a tentar una y otra vez.

La faena con Ruly y Pepe, que amagó con naufragar, felizmente fue cerrando a puro pique de combativas taruchas que llegaron a 2,5 kilos, algo lentas de entrada en la pelea, pero muy agresivas cuando las arrimábamo­s, como si se dieran cuenta de lo que estaba ocurriendo y quisieran zafar al final. El regreso, desandando el hídrico camino, nos dió un par de doradillos más en correderas y remansos en donde Ruly manejó con maestría la lancha para po-

nernos en zona y a buen tiro. No fueron grandes, pero sirvieron para darnos el gusto.

Un hallazgo científico

Por último, no quisiera cerrar estas líneas sin mencionar una noticia de carácter científico que debe enorgullec­ernos. Es que la tararira más abundante en nuestro territorio, a la que denominamo­s Hoplias malabáricu­s, ahora se llamará Hoplias argentinen­sis (podemos afirmarlo casi a modo de primicia pues aún no se le dio publicidad al tema). Y no es ésto fruto de un capricho, sino que científico­s argentinos (Juan Rosso, Mariano González Castro, Sergio Bogan, Yamila Cardozo, Ezequiel Mabragaña, Matías Delpiani y Juan Díaz de Astarloa) lograron determinar que la tararira argentina tiene caracterís­ticas paticulare­s que la diferencia­n de la Malabáricu­s como especie propia de nuestro territorio.

Así, en la geografía argentina existen tres especies propias y diferentes desde todo punto de vista (taxonómico, morfométri­co y genético): la Tararira misionera (descripta en 2016), la Hoplias mbiguá (2015) y la más común en ríos y lagunas que es la Hoplias argentinen­sis, quedando ésta diferencia­da de otras especies sudamerica­nas como la Hoplias malabáruic­us y Hoplias lacerdae. ¡Enhorabuen­a!

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 ??  ?? Cómo llegar: por Ruta 9 en dirección a Rosario haremos 165 km hasta el ingreso por camino de El Tala, que nos lleva al puerto, o bien unos kilómetros más adelante por el camino que nos conduce al centro de la ciudad.Guías de pesca: Ruly Ferreyra, Tel.: (03329)15552029, y Pepe Rivas, Tel.: (03329)-15531443 Cuentan con lanchas con plataforma­s de casteo y motores eléctricos, ideales para pesca con artificial­es. Pactar asado en la isla o comidas hechas al disco.
Cómo llegar: por Ruta 9 en dirección a Rosario haremos 165 km hasta el ingreso por camino de El Tala, que nos lleva al puerto, o bien unos kilómetros más adelante por el camino que nos conduce al centro de la ciudad.Guías de pesca: Ruly Ferreyra, Tel.: (03329)15552029, y Pepe Rivas, Tel.: (03329)-15531443 Cuentan con lanchas con plataforma­s de casteo y motores eléctricos, ideales para pesca con artificial­es. Pactar asado en la isla o comidas hechas al disco.
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En un día de condicione­s climáticas cambiantes, a la mañana solo dimos con algunas tarus con carnadas naturales y algunos doradillos en fly cast. Arriba: una de las postales más lindas de San Pedro desde el agua, la marina del club náutico.
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 ??  ?? Goziolure
Goziolure
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 ??  ?? Cotton Cordel Lipless
Cotton Cordel Lipless
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Rata Bad Line grande
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En las fotos superiores, toda la gama de artilugios que rindió a lo largo del día: combinació­n de gomas con metal, señuelos lipless y bagres amarillos que fueron carnada en pequeños filetes. Centro: uno de los doradillos matinales.

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