¿Querés ayudar a buscar a Dory en el fondo del mar?
Pixar y Disney traen Buscando aDory, la secuela de Buscandoa Nemo. Acaba de convertirse en el mejor gran estreno animado
Que Pixar puede permitirse realizar algunas secuelas solventes de sus grandes cintas lo demuestran las continuaciones, gloriosas, que tuvo Toy Story 2 y Toy Story 3, creando una trilogía inolvidable.
El caso es que Buscando a Dory llega 13 años después de Buscando a Nemo y se le parece en muchos de sus apartados (el visual, el técnico, el artístico... aunque hay cosas mejoradas por ordenador que se aprecian gracias a importantes avances digitales). Hasta en castellano se mantienen las inolvidables voces de Anabel Alonso y José Luis Gil (Ellen DeGeneres y Albert Brooks en la versión estadounidense) para mantener ese espíritu que contenía la cinta anterior. Nemo era mucho Nemo pero Dory no se queda atrás para nada como película.
Además está dirigida de nuevo por Andrew Stanton, que después de triunfar con Wall E y Buscando a Nemo se pegó un batacazo comercial y crítico con la muy irregular e inflada John Carter (que pertenece a Disney, pero está fuera de Pixar). Esta nueva cinta al menos vuelve a elevar su carrera.
Es curioso que partiendo de un guion tan sencillo, Buscando a Dory, esté tan bien hilada y mantenga todas sus fases: arranque, desarrollo y desenlace. La historia se basa en el intento de Dory por hallar a sus padres, a los que apenas recuerda y de los que no tiene pistas fiables para saber dónde pueden estar. En esta aventura que emprende tendrá a Nemo y Marlin detrás de ella, intentan- do ayudarla a su modo sin que cometan demasiados desastres en su empeño.
MUY, PERO MUY OLVIDADIZA
Dory aparece en casi toda la película y se ve acompañada de nuevos y bien logrados personajes, como el pulpo de siete tentáculos al que llaman Hank, la beluga conocida como Bailey, el tiburón ballena Destiny ( f ), los leones marinos o el ave algo loco y excéntrico, Becky.
Todos ellos ayudan a su modo a Dory y a Nemo, y Marlin en momentos puntuales para que el viaje y la aventura terminen bien o al menos lo mejor posible. Eso era lo espe-