Trazabilidad logística
Control y registro de cada evento en terreno.
Pilar fundamental de la logística, hoy existen varias definiciones técnicas de trazabilidad, siendo establecida por la Organización Internacional para la Estandarización (ISO), en su International Vocabulary of Basic and General Terms in Metrology, como: “La propiedad del resultado de una medida o del valor de un estándar donde éste pueda estar relacionado con referencias especificadas, usualmente estándares nacionales o internacionales, a través de una cadena continua de comparaciones todas con incertidumbres especificadas”.
Para la logística, “la trazabilidad es la capacidad que tienen las cadenas de abastecimiento de conocer en un momento dado el histórico, la ubicación y la trayectoria de un producto o lote de productos a través de procedimientos y herramientas tecnológicas”, explica Julio Villalobos, director del Centro de Transporte y Logística de la U. Andrés Bello. Esto se ha transformado en un estándar para toda empresa que busque mejorar el desempeño de sus cadenas de abastecimientos y canales de distribución, ofreciendo así un valor agregado para el cliente final. Por su parte, el Global Traceability Estándar GS1, que es el más utilizado en el mundo, define trazabilidad como “la habilidad para seguir el movimiento hacia adelante y por etapas específicas en la cadena de abastecimiento y conocer hacia atrás la historia, aplicación o locación de lo que está en consideración”.
De la capacidad que tengan “los actores de la logística de conocer con precisión los movimientos de todos los productos y materias primas a lo largo de sus cadenas de abastecimiento, dependerán los costos operativos asociados al diseño de los canales para responder a las necesidades de los clientes finales, así como será determinante para la agilidad y flexibilidad en los abastecimientos a los consumidores. Todo ello es la base para construir ventajas competitivas a través de servicios logísticos innovadores”, agrega Villalobos.
Asignación de rutas
Saber procesar la información que generan las cadenas de abastecimiento es tan importante como poder utilizarla para abordar de mejor forma las rutas.
Para poder ser controlados, los productos deben poder ser antes identificados, capturados y compartidos. Esto impli- ca la generación de una gran cantidad de datos, cuyo procesamiento requiere en la actualidad de herramientas específicas como Big Data e inteligencia artificial. “Como toda la información vinculada a la captura dinámica asociada al comportamiento de los clientes finales son la forma actual de abordar la asignación de rutas”, explica Villalobos, para quien los ruteos son cada vez más “atomizados, complejos y flexibles”.
El académico identifica como parte de la tendencia mundial en esta material la necesidad de entender el cambio constante en el que se encuentran las ciudades: “Ya existe la comprensión de que la ciudad cambia a cada hora del día y los sistemas de ruteo del futuro tendrán incorporada toda la información histórica y tendencial de esa realidad”.