Egipto se enluta y suspende la liga
Más de 20 hinchas murieron antes del derbi de El Cairo. En 2012, en Port Said, fallecieron 74 personas en una tragedia similar.
Egipto suspendió, de forma indefinida, su liga de fútbol, debido a los graves disturbios ocurridos el domingo en El Cairo, donde murieron decenas de personas, en un episodio que refleja la tensa realidad política del país.
La federación de fútbol local pidió que se guarden tres días de duelo por los fallecidos, que según fuentes oficiales ascienden al menos a 20. El periódico estatal Al-Ahram aseguró ayer que la cifra se eleva hasta 30 muertos.
Se trata de los disturbios más graves en un partido en Egipto desde f e br e r o de 2012. Entonces, 74 personas murieron en Port Said.
Según los datos del Ministerio del Interior, los incidentes se produjeron cuando, el domingo por la tarde, antes del derbi cairota entre Zamalek y Enppi, miles de fans del primer equipo intentaron ingresar en el estadio sin entradas. Las fuerzas de seguridad se lo impidieron y, según publicó la prensa, el pánico se extendió.
Los ultras egipcios están considerados como un fuerte bloque de la oposición al gobierno, y fueron una parte importante de las manifestaciones que acabaron con el régimen de Hosni Mubarak, a comienzos de 2011.
Los enfrentamientos entre barrabravas y policías en Egipto tienen, desde entonces, un claro componente político. Hace dos años, tras las muertes de Port Said, las autoridades decidieron que los partidos se jugarán sin público, medida que se levantó hace apenas un mes.
Murtada Mansur, presidente del club Zamalek, acusó a los ultras de haber provocado la violencia. “La policía se comportó de un modo ejemplar”, contó en una entrevista televisiva el dirigente, hombre próximo a Mubarak y ahora a Abdel Fattah al-Sisi, el actual Presidente de Egipto.
La versión de los aficionados sobre lo acontecido el domingo es muy diferente a la de Mansur. Según ellos, fueron las fuerzas de seguridad las que provocaron los altercados. El grupo ultra de Zamalek, Jinetes Blancos, habló, en su página de Facebook, incluso de “masacre planeada”, y aseguró que aún hay personas desaparecidas.
Las autoridades afirman que los fanáticos incendia- ron un coche de policía, e intentaron impedir la entrada al estadio del autobús en el que viajaban los jugadores del Zamalek. Además, los medios estatales hablan de “barbudos” entre los hinchas, para denunciarlos como islámicos.