Vacaciones a full para los hijos de temporeras
SON cerca de las 08.00 y el primer bus repleto de niños se estaciona frente al ingreso de la piscina municipal de Isla de Maipo. En cuestión de minutos, las áreas verdes del recinto se llenan de niños de entre 6 y 12 años, quienes se reúnen con un grupo de monitores. Entre gritos y risas, se da inicio al programa de verano para hijos de trabajadores, implementado por el Ministerio del Deporte.
Esta iniciativa se replica en 11 regiones, cuenta con un presupuesto de $ 403.504.000, y beneficia a más de 10 mil niños a lo largo del país. En Isla de Maipo son tres los centros donde se realizan estas actividades.
El más importante recibe a 80 niños de la comuna, quienes participan de eventos deportivos y recreativos durante la semana. Visitas a museos, prácticas de natación y ejercicios al aire libre son parte de la actividades.
Orientado a familias de escasos recursos, el programa busca ser una ayuda para mujeres trabajadoras que en época estival no pueden disfrutar con sus hijos. Inés Flores (29) trabaja como temporera en un packing de uvas desde los 18 años. Tiene tres hijos y asegura que el programa “es una buena oportunidad porque trabajo tranquila. Yo no los puedo sacar a pasear, porque debo
trabajar. Aquí ellos se divierten”.
Programa ante el calor
Daniel Calquín es coordinador del centro más grande de Isla de Maipo. Lleva seis años trabajando en el programa de madres temporeras, pero, para él, esta iniciativa fue parte de su vida mucho antes. “Yo fui beneficiario de este proyecto desde los 7 hasta los 12 años”, recuerda Calquín, quien luego de estudiar Educación Física decidió colaborar con la iniciativa.
Este programa del gobierno se realiza en coordinación con el Ministerio de Desarrollo Social, explica la ministra de Deportes, Natalia Riffo. “Tiene el sentido de las políticas públicas, que es ponerse a disposición de lo que necesita la gente”. La autoridad, además, destaca que con este tipo de proyectos los niños tienen la posibilidad no sólo de tener vacaciones, sino también de hacer actividad física y participar en eventros grupales “mientras los padres trabajan tranquilos”. Por esta razón, las actividades comienzan a las 8.00 y se prolongan hasta las 17.00. En la instancia, los menores aprovechan la temporada estival para disfrutar bajo la tutela de profesores y monitores del Instituto Nacional de Deportes.
Carlos Adasme, alcalde de Isla de Maipo, asegura que la iniciativa “entrega espacios de diversión, donde los jóvenes se pueden distraer, además de conocer nuevos lugares”. Para acceder a este beneficio, aclara Adasme, la municipalidad cruza datos relativos a su dirección social y centros de educación, “y de eso desprendemos qué jóvenes están en los sectores más complejos de la comuna”, detalla.
“Los centros están ubicados en los tres sectores en donde se concentran las familias que trabajan en el campo, en donde también hay situaciones de vulnerabilidad importantes”, destaca Adasme.