Ataque en Copenhague eleva alarma antiterrorista en Europa
Dos personas murieron luego de un doble ataque, el sábado, en la capital danesa. Uno fue en un café y el otro afuera de una sinagoga. La policía mató ayer al sospechoso de los ataques. Sería un joven danés de 22 años, que se habría inspirado en la masacre
El sábado se encendieron las alarmas en Dinamarca y el resto de Europa. El Viejo Continente aún no se había alcanzado a recuperar de la masacre de hace más de un mes en París -a la redacción de Charlie Hebdo y al supermercado kosher- cuando en Copenhague se produce un doble ataque en el murieron dos personas y otras cinco resultaron heridas.
Al igual que los atentados en Francia, las autoridades danesas consideran que fue un golpe a la libertad de expresión del país. El jefe de la inteligencia danesa, Jens Madsen, incluso fue un poco más allá y dijo que se estaban llevando a cabo investigaciones para determinar si el atacante pudo estar inspirado por el tiroteo al periódico francés. Las suposiciones de las autoridades se deben a las similitudes que existen entre ambos atentados.
El primer ataque en Copenhague ocurrió el sábado en la tarde durante un acto en que se discutía la blasfemia y la libertad de expresión. Allí participaba Lars Vilks, un caricaturista sueco. Vilks, al igual que los dibujantes de Charlie Hebdo, ya había recibido amenazas de muerte por sus caricaturas s a t í r i c a s del pr of e t a Mahoma. Ese ataque cobró la primera víctima del día, el director danés Finn Norgaard, de 55 años.
Horas más tarde se perpetró el segundo ataque de la jornada cuando un hombre disparó afuera de una sinagoga en la calle Krystalgade, a cinco kilómetros del primer atentado. Allí murió Dan Uzan, de 37 años, de un disparo en la cabeza mientras hací a g uardi a afuera a la ceremonia de Bat Mitzvah que sucedía dentro de la sinagoga.
Ayer a primera hora, la policía danesa abatió al supuesto autor del tiroteo. Según la televisión pública “DR” se trataría de Omar El Hussein, un joven danés de 22 años que hace dos semanas salió de prisión por un ataque con cuchillo en un tren en 2013.
Por su parte, la primera minist r a danesa, Hell e Thorning-Schmidt, calificó ayer el acto como un atentado terrorista contra Dinamarca. “No conocemos los motivos de las acciones del presunto autor, pero sabemos que hay fuerzas que quieren hacer daño a Dinamarca. Quieren reprender nuestra libertad de expresión”, dijo. Poco después visitó la sinagoga atacada y dijo que su gobierno haría lo posible por proteger a su comunidad judía.
Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que su gobierno planea promover la “inmigración masiva” a Israel de los judíos residentes en Europa. “Se espera que esta ola de ataques continúe, así como ataques homicidas antisemitas” y agregó: “Les digo a los judíos en Europa, Israel es su casa”.
La Unión Europea, por su parte, condenó el ataque terrorista sólo dos días después de la cumbre que celebró en Bruselas en que acordaron ampliar la cooperación en materia antiterrorista. “Una vez más, Europa está conmocionada por lo que parece ser otro ataque terrorista brutal dirigido contra nuestros valores y las libertades fundamentales”, afirmó ayer el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
Ayer en Braunschweig, en el norte de Alemania, las autoridades cancelaron a última hora los desfiles del carnaval regional debido a una “amenaza específica de un atentado terrorista”.
“Mucha gente llegó hasta la estación de trenes disfrazada y quedaron muy decepcionados, pero no quisimos correr ningún riesgo,” dijo el vocero de la policía, Thomas Gesse. Hoy se mantendrían los desfiles en Colonia, Düsseldorf y Maguncia a pesar de la amenaza en el norte.
SIEMPRE fue una cuestión no de “que tal sí” sino de “cuándo”. Lo que sorprende es que Dinamarca haya tardado tanto en asustarse por un atentado. En septiembre serán 10 años desde que el diario Jyllands Posten exaltara al mundo musulmán con la publicación de 12 caricaturas del profeta Mahoma, incluyendo una de él con una bomba en su turbante.
El país ha estado permanentemente atento desde 2005, luego de que sus embajadas en Medio Oriente fueron incendiadas y las exportaciones danesas amenazadas.
Kurt Westergaard, el dibujante de 79 años que hizo la trascendente caricatura del turbante, apenas escapó de un intento de asesinato en su casa, y se tuvo que encerrar en una habitación de pánico cuando un militante somalí entró en su casa en la ciudad de Aarhus. Continúa viviendo bajo protección de la policía.
El servicio nacional de inteligencia y la policía han impedido al menos un potencial ataque contra las oficinas de Jyllands Posten. La medidas de seguridad en los cuarteles del diario, y la de otras publicaciones, de a poco se han ido incrementado después de la masacre de enero a Charlie Hebdo en París.
La agencia de inteligencia PET decidió no incrementar los niveles oficiales de alerta luego de los ataques en París. Los oficiales del PET estaban de guardia en el café el sábado cuando el hombre armado roció la entrada con fuego automático. La presencia de los efectivos policiales y su respuesta aseguró que no hubiese más muertos. La policía parecía segura de que habían matado al atacante, un supuesto lobo solitario. Pero Copenhague sigue es estado de alerta. Ahora comenzarán las acusaciones.