Pedaleando por Amsterdam
Basta con recorrer la Estación Central de Amsterdam para percibir la importancia de la bicicleta en la capital holandesa. Desde los trenes que llegan allí es común ver a algunos pasajeros descender a los andenes portando bicicletas plegables para desplazarse por la ciudad. Otros, en tanto, tienen estacionadas sus bicicletas en un gran aparcadero de varios niveles emplazado a la salida del terminal ferroviario. Para quienes no cuentan con bicicleta la solución es arrendarla en alguno de los locales que las ofrecen en la propia Estación Central. Uno de ellos es Mac Bike , donde el alquiler de una bicicleta con tres cambios y sin seguro de robo es de 7,5 euros la hora. Si se incluye el seguro el valor sube a 9,25 euros. Si la idea es cruzar el río IJ para visitar, por ejemplo, el EYE Filmmuseum, la bicicleta no es obstáculo. Se puede llevar gratis en el ferry que en pocos minutos cruza a Amsterdam Noord. Una de las cosas que llama la atención en Amsterdam es que pese al uso masivo de la bicicleta cuesta ver ciclistas usando casco. La razón: no es obligatorio, si bien en 2014 el alcalde Eberhard van der Laan se manifestó a favor de exigir su uso.