Las Primarias y la voz de la clase media
Muchas interpretaciones pueden realizarse respecto de los resultados que arrojaron las elecciones primarias llevadas a cabo el pasado domingo. Sin embargo, hay un resultado que no resiste discusión, y es que en estas elecciones se manifestó con claridad y contundencia la preferencia de un número importante de chilenos que hoy día se inclinan por una opción de sociedad libre, con énfasis en el sector privado, por sobre una opción de sociedad estatista con énfasis en el Estado como proveedor de bienes sociales.
En efecto, los resultados fueron categóricos. Más del 80% de los casi dos millones de chilenos que fueron a votar prefirieron la opción del conglomerado de derecha por sobre la del de izquierda. Más aún, la derecha aumentó su poder de convocatoria con más de un millón cuatrocientas mil personas que la fueron a votar, comparado con las ochocientas mil personas que la votaron en 2013, es decir, un 75% más de personas se movilizaron y adhirieron a sus propuestas, quedando de manifiesto que la invitación de Chile Vamos a retomar la senda del crecimiento económico, el esfuerzo personal, y el rol subsidiario del Estado, venció a la invitación del Frente Amplio a estatizar una parte importante del aparato productivo nacional, nacionalizando el sistema de pensiones, el sistema de salud y la educación.
Las explicaciones para estos resultados son múltiples.
Una primera interpretación es que la clase media, que ha crecido en forma importante durante los últimos años, pasando de un 47% del total de los chilenos, en el año 2009, a 60% en el año 2015, entendió que el crecimiento económico la afecta de manera directa, y por tanto decidió premiar a aquella opción que más se lo garantizaba. Esto resulta especialmente cierto si se considera la exitosa historia de crecimiento que había experimentado nuestro país durante los últimos 20 años, con una tasa de crecimiento promedio anual de 4,8% (1994 – 2013), la que contrasta con el 1,8% anual (2014 – 2016) alcanzado durante el actual gobierno con su incansable espíritu refundacional.
Una segunda explicación, en tanto, es que el actual gobierno, con su marcado énfasis en el agrandamiento del sector público, no estaría entregando los resultados esperados. Basta con recordar que una de las primeras medidas de este gobierno fue echar pie atrás en la concesión de hospitales, determinando que fuese el Estado quien construyera dichos establecimientos, y comprometiendo la construcción de 20 hospitales de los cuales a la fecha sólo se han levantado cinco. Lo más dramático, no obstante, es que la inversión pública en infraestructura y concesiones ha caído durante este
“La clase media, entendió que el
crecimiento económico la afecta de manera
directa”.
“El actual gobierno, con su énfasis en agrandar
el sector público, no estaría entregando los resultados esperados”.
mandato en promedio en 6%, pasando ésta de US$ 3.100 millones anuales, entre los años 2010 y 2013, a US$ 2.900 millones anuales entre 2014 y 2016.
Sea cual sea la explicación, las cifras de estas elecciones parecen haber sido elocuentes en indicar que mientras las elites intelectuales y el Congreso siguen consagrando demasiado esfuerzo y dedicación a debatir sobre Asamblea Constituyente, matrimonio igualitario, +aborto, y tantos otros temas de interés social, la ciudadanía decidió premiar a aquellos que se abocaron a encontrar propuestas de soluciones creíbles a sus problemas más cotidianos.