Bitran advierte a SQM por negociación: “Es todo o nada”
Ese día será la última reunión de conciliación en el juicio arbitral por la operación del Salar de Atacama. La exigencia de que Julio Ponce pierda el control de la compañía es la piedra de tope para un acuerdo.
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“No tenemos acuerdo. Y se los digo en serio, es todo o nada. O hay una solución donde el señor Julio Ponce Lerou pierda el control de esta compañía para siempre o no hay solución en este gobierno”. Una vez más, Eduardo Bitran, vicepresidente de Corfo, ratificó su principal condición para que la entidad estatal logre un acuerdo con SQM por la operación en el Salar de Atacama: tener fuera a Julio Ponce.
Asimismo, confirmó que la cita que el lunes tendrán los abogados de la Corfo con sus pares de la minera será la última oportunidad de conciliación en el juicio arbitral que lidera Héctor Humeres. Es decir, a pesar de que las conversaciones directas con SQM por los requisitos de mejora del contrato avanzan, la negociación paralela, que lidera Felipe Bulnes por Corfo y Sebastián Oddó, por las Cascadas de Ponce, no ha logrado llegar a acuerdo, lo que haría caer un trato entre ambas partes ese día.
“El árbitro nos puso un plazo y el lunes nosotros tenemos que llegar con un acuerdo. Hoy (ayer), día jueves, no tenemos un acuerdo (...) El país aspira a que las empresas que explotan ese recurso (Salar de Atacama) sean empresas que cumplan con los estándares normales de funcionamiento de las empresas, y nosotros estamos profundamente convencidos de que mientras el controlador de esta empresa sea Julio Ponce Lerou, no hay ninguna posibilidad de asociarse para el desarrollo de esta riqueza del mundo”.
Sobre ese punto, ahondó diciendo que “lo único que sé es que el tiempo se acaba y las condiciones han estado claras arriba de la mesa por ya bastante tiempo (...) cambios cosméticos no resuelven un problema más profundo, que es una cultura de impunidad, en que todo es posible, en que todo se compra, pero eso se terminó, por lo tanto, o este señor deja el control de la compañía y se corrigen todos estos temas, o simplemente no hay acuerdo”.
Y para la pérdida de control, las opciones no solo incluyen la venta de acciones, sino que también podría ser dejar sin voto dirimente al presidente del directorio de manera perpetua y no por tres años como ahora, gracias al acuerdo de no agresión que firmaron con Potash a inicios de este año. Asimismo, podría hacer un intercambio de acciones serie A (con poder político) por serie B (derechos económicos) o terminar el acuerdo que tiene con la japonesa Kowa, entre otras.
“Hay muchas formas de perder el control, no tenemos mayores preferencias, lo que importa es que sea irreversible”, dijo Bitran ayer tras asistir al encuentro Social Chile 2017.
Apoyo del gobierno
Las gestiones de Bitran recibieron ayer el respaldo del ministro de Economía, Jorge Rodríguez, quien preside el consejo de la Corfo. “Eduardo Bitran es quien lleva en este momento ese tema y yo lo dejo en manos de él”. Consultado sobre las negociaciones paralelas que lidera Bulnes en representación de la estatal y si lo habían aprobado, dijo que “si no lo hubiéramos apoyado, no estaría ocurriendo”.
Bitran, en tanto, dijo que “tenemos el apoyo político. Por supuesto que está informado el consejo y el gobierno, y las condiciones que hemos puesto son las que ha establecido el gobierno, no son personales”.
De paso, el vicepresidente ejecutivo de Corfo se refirió a la posibilidad de que Ponce y su círculo estén buscando acercar posiciones con el comando de Sebastián Piñera, en caso que éste resulte electo Presidente.
“Dicen que algunos de un futuro eventual gobierno le dieron expectativas. Que vaya y se arregle con el futuro eventual gobierno”, dijo tajante Bitran.
Asimismo, respondió porqué no están negociando extender el contrato más allá de 2030. “Uno de los temas que han estado en el proceso de arbitraje es establecer las condiciones para que una relicitación sea de verdad y no un saludo a la bandera, y eso es parte central de los temas que hemos peleado en este arbitraje, porque la empresa SQM tomó un conjunto de medidas tremendamente hostiles hacia el dueño del recurso, Corfo, que en la práctica lo que buscaban era hacer inviable una relicitación del contrato el 2030”. ●