La Calera asombra
Los cementeros maravillan al público y empequeñecen al rival. Ayer le tocó a O’Higgins, que nada pudo hacer ante el poderío del tridente ofensivo rojo.
Lo de Unión La Calera ya no es sorpresa, pero sigue sorprendiendo. Por la rapidez con la que llegan al arco; la facilidad con la que encuentran el gol. No son líderes del campeonato, aunque juegan como uno. Y están ahí, encaramados sobre un cúmulo de goles y buenas actuaciones, mandando un mensaje claro al resto de los equipos del torneo: La Calera va en serio. Muy en serio.
Los de la Quinta Región borraron de la cancha a un O’Higgins timorato, pese a que Gabriel Milito optó por utilizar a Pablo Calandria desde el primer minuto. No sirvió de nada, ya que el ariete apenas tocó el balón.
Más abajo, la frágil defensa rancagüina no podía detener al mejor tridente del fútbol chileno: Fernández, Barbieri y Abán. El trío dinámico de Víctor Rivero, el símil de la portentosa combinación Salah-Firmino-Mané que maravilla en el Liverpool de Jürgen Klopp. Sí, porque no solo el mismo color de la camiseta valida la comparación, también la influencia de estos tres jugadores en las anotaciones de los cementeros. Dieciséis goles han nacido de sus pies, constituyendo el 66% de todas las conquistas caleranas en la presente temporada. Además han contribuido con ocho asistencias.
Frente a los celestes no fue la excepción, con Fernández anotando un doblete y brindando una cesión para Abán en la apertura de la cuenta. Todo lo manejan esos tres de arriba.
El partido para la visita terminó a los 41’, cuando el delantero estrella se inscribió con el 2-0. Los dirigidos por Milito no tuvieron reacción, y aquellos intentos aislados y de mayor peligro fueron sofocados por un notable Gabriel Arias, que confirmaba con tapadones por qué fue nominado a la Selección. La Calera mete miedo.