FUTURO DEL LITIO
SEÑOR DIRECTOR
El tema del litio está dando que hablar: por una parte se discute si se debe permitir que un productor y competidor extranjero de gran envergadura en este metal compre un importante porcentaje de la minera chilena que explota el mineral en Chile, con el riesgo que entrabe y perjudique el poder competitivo de la chilena en litio, lo que suena probable y riesgoso. El sentido común diría que no se debiera permitir.
Por otra parte, un grupo de parlamentarios liderados por la extrema izquierda propone estatizar el litio, lo que parece tan absurdo como los que proponen prohibir los plátanos orientales.
La experiencia con las mineras estatales no es alentadora: el salitre explotado por el Estado fue un desastre que sólo se revirtió al privatizarse las salitreras, y para qué mencionar el petróleo venezolano. El caso del cobre tampoco muestra nada envidiable; con la administración estatal de las minas expropiadas el 70, que siguen siendo prácticamente las mismas, sin innovaciones ni expansiones significativas en 40 años. Gracias al ingreso de mineras privadas posteriormente, el 70% del cobre lo produce hoy el sector privado y sólo 30% empresas estatales. Ciertamente, otra sería la magnitud cuprífera chilena si se hubiera mantenido el monopolio estatal en el cobre.
Si se quisiera enterrar el potencial del litio chileno, nada mejor que pasarlo al Estado. En un rubro gobernado por la innovación y adaptación a un mercado en desarrollo, la empresa estatal marcaría el paso, dejando libre el camino a los que hoy quieren hacerse de la minera chilena que lo explota, para hacerlo desde sus minas en el extranjero.
Juan Ariztía Matte