La recta final de las elecciones en EE.UU.
Los comicios de mañana se han caracterizado por ser uno de los más diversos del último tiempo. Se presentan más mujeres, más homosexuales y más afroamericanos, en comparación a las legislativas pasadas.
Las elecciones legislativas del martes en Estados Unidos tienen a los candidatos más diversos de la historia. Por primera vez se presentan como aspirantes a cargos públicos, más mujeres, más musulmanes y miembros de la comunidad LGTB, tanto para la Cámara de Representantes, el Senado o a las gobernaciones.
Es tan diferente esta elección que el porcentaje de hombres blancos que se presenta como candidato es el menor de las últimas cuatro elecciones, según el diario The New York Times.
El periódico señaló que hay más caras nuevas que políticos que quieren ser reelectos. Más de un cuarto de todos los candidatos que se presentan este año son mujeres, entre las que se incluyen 84 afrodescendientes, lo que representa un aumento del 42% respecto de hace dos años. A su vez, hay 26 aspirantes abiertamente LGTB, cinco veces más que en 2010.
El Times señala que la diversidad no es uniforme, ya que entre los candidatos demócratas los hombres blancos son en realidad una minoría y corresponden al 41% de los aspirantes como gobernadores y congresistas este año.
Ayanna Pressley, la candidata demócrata a representante en Boston, podría convertirse en la primera mujer negra que repre- sentará al estado de Massachusetts en el Congreso de Estados Unidos.
Pressley, la primera afroamericana que ocupó un puesto en el gobierno de su estado, se prepara para representar a un distrito que en el pasado estuvo comandado por iconos demócratas como Tip O’Neill y John F. Kennedy. En el distrito de esta política de 44 años no hay aspirantes republicanos, por lo que Pressley tiene casi asegurado su ingreso en el Legislativo en enero.
Para los analistas, el triunfo de Pressley sobre Michael Capuano, un congresista con 10 mandatos de experiencia, refleja un cambio en el Partido Demócrata, cuya base busca candidatos más jóvenes y diversos que asuman políticas progresistas.
Es el caso de la activista latina Alexandria Ocasio-Cortez, quien con apenas 28 años se impuso en junio a Joseph Crowley en las primarias demócratas por el distrito 14 de Nueva York para la Cámara de Representantes. Ese sorpresivo triunfo se sumó al de la descendiente palestina Rashida Tlaib, quien aspira a convertirse en la primera representante musulmana en el Congreso, por un distrito de Detroit.
Otro ejemplo de lo diferente de estas elecciones es lo que ocurre con la representante Marsha Blackburn, quien podría convertirse en la primera senadora del estado de Tennessee. Mientras que Jared Polis, de Colorado, busca ser el primer gobernador que es homosexual declarado.
A su vez, Andrew Gillum podría ser el primer gobernador afroamericano en el estado de Florida. En este grupo de outsiders demócratas, una suerte de “mini-Obamas”, se encuentra también Stacey Abraham en Georgia, que podría convertirse en la primera gobernadora negra del país.
Y Lupe Valdez puede convertirse en la primera gobernadora latina abiertamente homosexual. Ella se enfrenta en Texas al gobernador republicano Greg Abbott, quien se postula a la reelección.
El diario The Washington Post señaló que “algo revolucionario está ocurriendo en el Partido Demócrata, pero es más una cuidadosa revolución que una agitación turbulenta. Finalmente se están poniendo al día con sus propios votantes”, indicó.
Para el diario The New York Times, los esfuerzos de estos candidatos y otros de su mismo perfil indican un gran cambio en las formas en que los estadounidenses están eligiendo a sus representantes para cargos públicos.
“Es probable que sus candidaturas tengan un impacto duradero en la representación política en Estados Unidos, aunque es improbable que cambie radicalmente la composición de la Cámara y el Senado”, añadió el periódico.b