Científicos chilenos lucharán contra las bacterias
Se creará el Núcleo Milenio, que estudiará la resistencia antimicrobiana.
Un grupo multidisciplinario de investigadores chilenos conformará el Núcleo Milenio para la Investigación Colaborativa en Resistencia Antimicrobiana (MICROB-R), centro de excelencia que intentará develar cómo las bacterias se están volviendo más poderosas.
La resistencia antimicrobiana (RAM) es uno de los principales desafíos sanitarios del siglo XXI. Se estima que en 2050 morirán más personas por infecciones resistentes a los antibióticos que por cáncer.
Un nuevo Núcleo Milenio, dirigido por José Munita y Andrea Moreno, académicos de las universidades del Desarrollo y Andrés Bello, respectivamente, estudiará la resistencia antimicrobiana con un grupo de expertos de diferentes instituciones del país (universidad del Desarrollo Andrés Bello, de Concepción y Católica de Valparaíso) de forma interdisciplinaria, incorporando salud humana y veterinaria, agricultura y producción de alimentos, además de factores ambientales.
José Munita, director del Núcleo, señala que el centro estudiará por qué se generan las bacterias resistentes a los antibióticos, su comportamiento en diferentes situaciones y su impacto en la salud pública. “En este Núcleo trabajamos distintos profesionales; todos aproximándose al estudio de la resistencia desde distintas perspectivas. Así tenemos diferentes miradas para un fenómeno cada vez más preocupante. Esto porque, si bien es un problema que surgió en los hospitales, hoy nos percatamos que esas mismas bacterias las podemos encontrar en animales, en aguas y en el ambiente en general. Buscaremos responder interrogantes para las que no existe respuesta. Aún no somos capaces de comprender cómo surgen las bacterias resistentes y qué determina que se propaguen”.
Munita explica que las bacterias son resistentes a los antibióticos por evolución. “El principal determinante para favorecer la aparición de éstas es la presión selectiva que ejerce el uso de antimicrobianos. Las bacterias están en la Tierra hace miles de millones de años y han sido capaces de adaptarse a prácticamente todas las condiciones. Es posible encontrar bacterias en los volcanes o en el medio de un glaciar, pues han desarrollado formas de resistir estos ambientes”.
De la misma forma, agrega, “el uso de antibióticos favorece el desarrollo de resistencia y seleccio- nar aquellas bacterias capaces de resistir el ataque de los antimicrobianos. Tres cuartas partes de los antibióticos que se usan en el mundo se utilizan para el crecimiento de ganado, pollos y salmones, además de la agricultura. Es ahí donde también se están formando algunas bacterias resistentes y necesitamos saber cuál es su rol en la salud humana. Hoy sabemos que existe gente muriendo por las bacterias resistentes y precisamos disminuir el impacto de estas infecciones en nuestra población”.
Carolina Torrealba, directora ejecutiva de la Iniciativa Científica Milenio, dice que el Núcleo generará conocimiento de frontera en un tema crucial. “La expectativa de vida de los humanos se ha alargado en gran medida debido a cuatro factores: higiene, salubridad, vacunas y antibióticos. Gracias a la resistencia a estos últimos, una cirugía sencilla, como una apendicectomía, puede ser mortal. Se trata de un complejo problema de alcance mundial que requiere una aproximación interdisciplinaria”.
Desafío de salud pública
El nuevo centro tiene tres objeti-