El adiós más triste del montañista Sergi Mingote
La velocidad de Suecia barre con Chile
El montañismo mundial está de luto. Este sábado falleció el escalador español Sergi Mingote (49) tras sufrir una caída en el monte K2 (8.611 msnm), mientras descendía desde el campo 1 al campo base avanzado. Lo acompañaba el chileno Juan Pablo Mohr — primer montañista en coronar el Everest y Lhotse sin oxígeno suplementario—, quien estuvo con él durante sus últimos momentos con vida.
Mingote colideraba la expedición organizada por la agencia Seven Summit Treks que buscaba completar un desafío que hasta ahora se le había hecho imposible a la humanidad: coronar la cima del K2 en invierno. Para ello, el catalán reunió a los mejores escaladores del mundo, entre ellos Juan Pablo Mohr. “Es una oportunidad súper grande. Me dijeron que quería que formara parte porque en el Himalaya había demostrado andar muy fuerte en altura, entonces quieren que vaya a ayudar en temas de logística. Es un proyecto emblemático para el mundo, porque no se ha logrado jamás”, comentaba Mohr a La Tercera en noviembre pasado. Contaría con el auspicio de la CMPC.
En ese contexto ocurrió la tragedia. Este viernes, Mingote y Mohr alcanzaron el C3 Japonés del K2, a 7.000 metros sobre el nivel del mar. La intención de ambos montañistas era coronar la cima sin oxígeno suplementario y para lograrlo se necesitan varias rondas de aclimatación. Esta era una de ellas. Junto con preparar su cuerpo para las máximas alturas también iban allanando el camino con los elementos necesarios de supervivencia: carpas, gas, sacos de dormir y comida.
Habiendo alcanzado el C3, ambos escaladores descansaron y durmieron. Por un momento contemplaron la posibilidad de alcanzar el C4 y atacar cumbre con un grupo de 10 montañistas nepalíes. Sin embargo, el cansancio de Mingote, sumado al desafío de no usar oxígeno suplemen
El español, que escalaba el K2 junto al chileno Juan Pablo Mohr, pisó en falso y se desbarrancó, cayendo casi 700 metros.
tario, los hizo regirse al plan. Los 10 montañistas nepalíes alcanzaron la cumbre del K2 y se convirtieron en las primeras personas en la historia en hacerlo en invierno.
A eso de las 07.00 de este sábado (hora chilena) ocurrió el fatídico accidente. Mohr y Mingote se dirigían desde el C3 al campo base tras pasar la noche aclimatando. A la altura del C1, y debido a su fatiga, Mingote pisó en falso y se desbarrancó. Los datos de su Racetracker son decidores: a las 7:19 se recibió su señal desde 5.935m, por debajo del C1 y las 7:29 (10 minutos más tarde) a 5.296m, 639 metros más abajo, al lado del campo base avanzado. El GPS Garmin de Mohr sitúa al chileno en el lugar a las 07:53 hrs.
639 metros de caída que dejaron su cuerpo totalmente destrozado. No obstante, la dura caída no le quitó la vida de inmediato. Al llegar, Mohr lo encontró con pulso y varias fracturas, principalmente en sus piernas. Mohr logró comunicarse con Nicolás Mena, médico chileno integrante de la expedición, para activar el rescate. Mena preguntó si Mingote respiraba con dificultad, a lo cual el escalador respondió afirmativamente. La llamada se cortó y tras reanudarse, Mena pidió que le tomara el pulso, el cual había desaparecido.
Desde el Campo Base Avanzando llegaron Alex Gavan, Tamara Lunger, Magdalena Gorzkowska y Oswaldo Oliveira. Poco más se podía hacer. Debido a la hora local (16.00 hrs.) los helicópteros no pudieron utilizarse, por lo cual su cuerpo fue trasladado al campamento base.
“Lo siento, chicos. Cayó de C1 a CBA, parece que no murió en el acto, pero no ha logrado sobrevivir a las heridas. Mañana por la mañana, en principio va a ser evacuado en helicóptero. Lo siento mucho”, señaló con voz entrecortada Carlos Garranzo, mejor amigo de Mingote, a través de un audio.
Aún no se sabe la decisión que Mohr tomará con respecto a la travesía. Si la suspenderá debido al dolor de perder a un gran amigo —y compañero de cordada en incontables aventuras—, o si la llevará a cabo en su nombre.
Si el primer partido ante Egipto fue complicado —país anfitrión y octavos en el último Mundial—, el segundo lo fue aún más. Suecia, potencia de la disciplina y quinto en el Mundial de Balonmano de 2019, venció a Chile por 26-41 en un compromiso donde la rapidez y potencia física de los europeos fue determinante.
Pese a la diferencia en el marcador, la selección nacional fue protagonista. Mejoró con respecto al primer partido frente a Egipto y evitó, tanto como pudo, ser vapuleada en un inicio vertiginoso. Comenzó Suecia anotando tres goles consecutivos en los primeros cuatro minutos, descontó Rodrigo Salinas, y Lucas Pellas, en la jugada siguiente, convirtió el 1-4 parcial.
Cinco minutos que sirvieron como muestra de lo que sería el resto del partido. De la mano de Pella —convirtió 12 goles y tuvo un 92% de precisión en sus tiros—, el cuadro escandinavo llegó a colocarse 3-8 por arriba de Chile. Los de Mateo Garralda no se guardaban nada en la fase de ataque, pero el contragolpe sueco resultó fatal.
Para el primer cuarto de hora, Chile comenzó a despertar. Una seguidilla de buenas jugadas redujo la diferencia en el marcador a solo tres goles. Esteban Salinas y Erwin Feuchtmann lograron poner a Chile 13-15. No obstante, las exclusiones y la decisión de Garralda de prescindir del portero permitieron que Suecia anotara cuatro veces seguidas. La primera mitad terminó 16-20 en favor de Suecia.
La mejoría con respecto al 11-18 del primer tiempo frente a Egipto fue notoria. Chile destacó en su ataque por el interior de la cancha, sumando pivotes y encontrándolos muy bien. No fue lo mismo por los extremos, que participaron poco.
En el segundo tiempo, el juego rápido de Suecia y sus endemoniados contragolpes terminaron dejando en evidencia la diferencia física entre ambas selecciones. También aumentaron los espacios de tiempo en los que Suecia anotó de manera consecutiva. Para el minuto 37 los suecos alcanzaron los 26 goles, mientras que Chile se atascó en los 17. Marco Oneto —que solo participó en la fase defensiva— fue suspendido tres veces y vio la roja. Los escandinavos no dejaron escaparan la oportunidad y sellaron el partido de forma implacable: 26-41. Mucha velocidad sueca; poco y nada del combinado nacional.
Una paliza que deja a Chile dependiendo de su actuación frente a Macedonia el próximo lunes. Una victoria los clasificaría directamente a la próxima fase.