Macedonia rebaja a Chile
Chile se cae del Mundial de balonmano. Jugó ayer su tercer partido y también lo perdió. Se despidió de la primera fase con su mejor versión, pero sin capacidad para prolongarla durante la hora de juego. Fue de más a menos y acabó sometida por una Macedonia del Norte que llegó de casualidad a la cita, invitada de última hora por el ataque de Covid que sacó a República Checa justo el día antes del estreno. La falta de preparación no sirve de excusa. Le toca ahora jugar la consolación con los últimos de cada grupo.
Y eso que el primer tiempo de Chile fue realmente bueno. Por los movimientos y las incursiones de la terna estelar de la primera línea (Rodrigo Salinas, Emil Feuchtmann y su hermano Erwin), la capacidad de incordio de Esteban Salinas en el pivote y la aportación novedosa de Ceballos, tanto en estático como a la contra. Al fin un extremo utilizado y con puntería. Aunque Macedonia nunca se dejó despegar. El meta Nikola Mitrevski fue una muralla en los mejores minutos chilenos. Al descanso se llegó con ventaja de un tanto para los nacionales. Y eso fue todo.
En la segunda mitad, el equipo aflojó y mandó el rival. La defensa, en donde Oneto y Frelijj llevaron de nuevo la voz cantante, enseñó demasiados agujeros, especialmente tras el intermedio. El veterano Lazarov fue siempre una incomodidad, al igual que la corpulencia de los pivotes. Nunca logró blindarse el equipo de Garralda, y eso que Barrientos estuvo inspirado y permitió que la incertidumbre se prolongara en el marcador.
El Mundial de verdad se acabó para Chile, eliminado de la primera fase y condenado a la consolación de los ocho peores.