Estabilidad y proyección para las Pymes

Son siempre parte de los proyectos de Gobierno, consideradas como actores importantes para la economía del país. Me refiero a las pequeñas y medianas empresas, valoradas por su aporte, pero olvidadas a la hora de implementar medidas concretas para su desarrollo.

En los discursos de autoridades, suenan bastante bien aquellas frases en que destacan el valor y aporte que las Pymes generan.

Reconociéndolas como la principal fuente laboral, donde con sus más diversos rubros son un referente clave a la hora de crear empleo, ya que son las responsables del 63% de estos en Chile, y constituyen el 98% de las empresas formales que existen en el país.

Son muchas las virtudes que las pequeñas y medianas empresas tienen, pero –finalmente- a la hora de sacar cuentas son las grandes empresas las que más se favorecen con las iniciativas.

Esto asemeja mucho a las pymes con la clase media, que no alcanzan los beneficios de los sectores vulnerables y no tiene los recursos de los más ricos, y que con el solo producto de su trabajo debe pagar impuestos y múltiples cuentas.

Por lo que no se debe olvidar que la realidad de un pequeño y mediano empresario es muy diferente a la de los grandes, y este punto debería ser una de las bases a la hora de implementar proyectos destinados a ellos.

Si bien se han anunciado diversas medidas para ayudar, apoyar e incentivar al emprendimiento en la zona, lo que ha sido favorable para las pymes, y –en algunos casos- muchas han logrado un desarrollo exitoso, no sólo se trata de lograr crear o tener un negocio, si no que ellas necesitan un soporte permanente, con proyección en el tiempo y que al momento de elegir, los consumidores prioricen, y que sean las Pymes las principales abastecedoras de bienes o servicios.