AutoGasco: No se entiende que los vehículos particulares no sean a gas
Desde la empresa consideran que hay una “discriminación arbitraria” con este tipo de energía.
—“Falta voluntad política, falta que una vez por todas no haya una discriminación arbitraria. Nosotros así lo entendemos, no tiene mucho sentido que el combustible que más contamina –dieselse pueda traer y que sea el que menos impuesto paga”.
De esta manera el gerente general de AutoGasco, Manuel Bennett, criticó que el parque de automóviles no se abra hacia tecnologías más limpias como el gas. A su juicio, esta tiene dos explicaciones: la recaudación del Estado por medio del impuesto específico a los combustibles, y la denominada falta de voluntad política por parte del Ejecutivo.
Asimismo, le extraña que el Plan Santiago Respira opte por fomentar la compra de vehículos hídricos y eléctricos, y no la de los vehículos a gas; y llama a la autoridad a incluir incentivos en las bases de la licitación para operadores del Transantiago para que se opte por este tipo de tecnología.
Según la normativa del Ministerio de Transporte, solo los vehículos livianos destinados a transporte de pasajeros -taxis y colectivos-, los vehículos livianos comerciales motores que hayan sido adaptados, pueden utilizar como combustible gas natural y licuado. Dicha tecnología, permite un ahorro cercano al 30% y permite reducir hasta en un 80% las emisio- nes de dióxido de carbono.
Sin embargo, pese a sus beneficios, esta no está abierta al público general, lo que según Autogasco pasa por una falta de voluntad política y el perjuicio a las métricas financieras del Estado.
“Hay un tema impositivo Conversión Unos US$1.300 cuesta adaptar un automóvil a gas. que no hay que desconocer. La gasolina recauda bastante impuesto específico, no así el gas y el diesel, pero el diesel está masificado”, dice.
El ejecutivo además critica que en la próxima licitación para operadores al Transantiago no se esté evaluando un incentivo para aquellos que opten por buses a gas.
En dicho concurso –cuyas bases se conocerán a fines de año y se abrirá en mayo de 2017- se espera renovar una parte importante de la flota.
“¿Por qué no potenciar los buses a gas? Es algo que no se entiende mucho, y ahí tú tienes un aporte a la descontaminación relevante, un bus a gas respecto a un bus diesel, emite un 80% menos de material particulado, y por lo tanto el impacto en la descontaminación es directo”.
En este sentido, Bennett criticó el foco que le ha puesto el Gobierno con el plan Santiago Respira, llevado adelante por el Ministerio de Medio Ambiente, en el incentivo de vehículos eléctricos e hídricos. A su juicio, este impulso no recoge la realidad del mercado automotriz.
“El desafío que hay a nivel de Gobierno, particularmente de los ministerios, y de la industria es cómo hacer que los buses en Santiago funcionen a gas. Por ejemplo, en Barcelona y Madrid el 40% de los buses son a gas natural. Hoy se producen buses afuera, ya no son experimentos, como por ejemplo lo que está pasando con los buses eléctricos donde son muy pocos a nivel mundial, son carísimos, tienen autonomías bajas”, advierte.