¿Apoyo a Piñera? “No me parece una opción que debilite a la UDI”
—Además, dice que sería un “error” que la UDI pretendiera impulsar artificialmente una candidatura. —Y afirma que la salida de José Antonio Kast del partido le deja como desafío a la UDI reperfilarse mejor.
EL ABOGADO y columnista Gonzalo Cordero, quien además es histórico militante UDI, sostiene que si se concreta la amenaza de candidatos del sector que lleguen a primera vuelta junto a Sebastián Piñera —a quien reconoce como la carta mejor posicionada— más allá de la dispersión de votos, el riesgo es una situación de “canibalismo político” en que se pierda el objetivo de ganar ante la izquierda. También, reconoce que su sector ha tenido complejidad para articular un proyecto político, por ello afirma que Chile Vamos debe hacer frente “sin matices” a las reformas de la Nueva Mayoría.
Una vez conocida la estrecha ventaja de Lavín en la encuesta de Santiago, y su decisión de no seguir adelante, la UDI instaló la idea que fue un gesto de grandeza pero, ¿lee como una derrota no haber podido posicionarse pese a ser ex alcalde y ex candidato presidencial?
—Diría simplemente que hoy hay un cambio en la sociedad en que la identificación local es algo valorado —se conoce como una de las paradojas de la globalización— entonces creo que la manera de analizarlo no es como una derrota. Además, la disposición de Lavín de medirse era ver si hacía una diferencia significativa, y aunque salió arriba en la encuesta se dio un empate técnico con el concejal (Felipe) Alessandri, entonces consideró que no tenía sentido que una “figura nacional” le fuera quitar el cupo a un concejal que está instalado en la comuna.
¿Lo ocurrido con Lavín también es sintomático de una necesi-
dad de recambio generacional y figuras nuevas en la política? —No hay que sobreinterpretar estas cosas. Efectivamente el tema del recambio es un tema inevitable porque, y lo agregaría a los elementos anteriores, esa es otra característica de la sociedad contemporánea, que está muy avanzada a la rapidez de los procesos. La sociedad contemporánea en todo ámbito tiene necesidad de renovación de ciclos mucho más breves.
Primero José Antonio Kast, luego Manuel José Ossandón. Ambos renunciaron a sus partidos con instaladas aspiraciones presidenciales, ¿es factible que Piñera pueda jugar al misterio hasta marzo de 2017?
—Sí, creo que sí. Porque una cosa es la formalidad de la decisión y la otra es la dinámica propia de los procesos políticos. El ex Presidente Piñera está siguiendo los tiempos naturales del proceso político, y ahí hay una diferencia con el senador Ossandón que quiere ser candidato... y ya lo declaró.
¿Existe un riesgo de dispersión de los votos en primera vuelta si finalmente Piñera no se circunscribe a las primarias y gatilla que le compitan por fuera?
—Claro, siempre hay un riesgo de dispersión, pero no es el único. Otro factor importante de cuando van candidatos del sector a la primera vuelta es el riesgo de que se produzca una situación de caer en campañas más de canibalismo político que de ganarle al adversario. Hay un riesgo en que candidatos menores tengan como objetivo central quitarle electores a una potencial candidatura del ex Presidente Piñera, que aparece como la más competitiva. Entonces, sería un riesgo una primera vuelta con candidatos de centroderecha dedicados a minar el electorado de Piñera y no de él o los candidatos de izquierda... no tiene mucho sentido.
La discusión presidencial está instalada en nombres pero, ¿qué ofrece Chile Vamos en ideas salvo el contrapunto a las reformas de Bachelet?
—Comparto que hay una cierta carencia en la centroderecha en los últimos años para articular un proyecto político propio de manera consistente y clara. Pero también es verdad no hay que tener expectativas de que la centroderecha va a tener un proyecto equivalente al de la izquierda, equivalente en términos de densidad ideológica. La izquierda es mucho más utópica, con más o menos mesianismo si es que las posiciones son o no extremas. La centroderecha tiene una inspiración más bien liberal —en un sentido más genérico— que se enmarca dentro de la cultura que se genera con los principios liberales, y el liberalismo no es utópico. Además, la derecha hoy está en la oposición, entonces su primera línea de discurso es un discurso crítico con un Gobierno con un pésimo nivel de popularidad y que además logró lo que ni la derecha había logrado, que es volver impopulares las ideas de la izquierda. Chile Vamos debe articular una opción que sea claramente alternativa a todos los proyectos reformistas que ha impulsado el Gobierno de la Nueva Mayoría, y eso tiene que ser sin matices, con claridad de objetivos completamente contrarios a los de la NM.
¿La UDI debe alinearse tras Piñera y tratar de instalar desde ahí su ideario o perseverar en una opción propia?
—Los proyectos políticos tienen que buscar siempre un punto razonable de equilibrio entre la férrea voluntad y el voluntarismo. La férrea voluntad de tener un liderazgo propio, pero hay un punto en que esa voluntad se empieza a transformar en voluntaris- mo. La UDI tiene que medir y mirar con mucha frialdad si es que efectivamente tiene un candidato razonable. Si no lo tiene, me parece que sería un error pretender tener artificialmente una candidatura que podría terminar siendo mucho más dañina para el futuro de la UDI, que el no tenerla. Indudablemente la opción del ex Presidente Piñera me parece muy razonable: los equipos del partido trabajaron muy bien con él en el Gobierno pasado y no me parece para nada una opción que vaya a debilitar a la UDI. Sigo creyendo que el partido mejor estructurado de la oposición es la UDI, entonces es razonable que el candidato más competitivo y el partido más estructurado confluyan en una opción común.
¿Cree que la UDI será esencial en la base de apoyo de Piñera?
—La UDI sigue siendo un partido esencial en la centroderecha chilena, eso es indiscutible.
¿Las ideas que ha buscado instalar Jaime Bellolio (sanciones a militantes condenados, sacar la alusión a las FFAA de la declaración de principios y desligarse de la figura de Pinochet, entre otros) son necesarias y/o suficientes como punto de inflexión en la UDI?
—Todas esas alusiones y lo que tiene que ver con la declaración de principios son más bien cuestiones formales y accesorias. Me parece que el mismo concepto de “declaración de principios” que antes era tan central, hoy está un poquito pasado de moda. Desde ese punto de vista el liderazgo de Jaime Bellolio es un liderazgo muy útil, muy valioso, pero diría que lo más importante no está en esa línea sino que en la acción política pueda mostrar un estilo de enfrentar los problemas, de “pararse en la cancha” de forma distinta. Creo que la derecha en los últimos 40 años ha tenido tendencia a acomplejarse frente a la izquierda.
CANDIDATO PROPIO UDI “Sería un error pretender tener artificialmente una candidatura que podría terminar siendo mucho más dañina para el futuro”.
¿Qué tan dañina puede resultar la salida de José Antonio kast para la UDI? No se le ve acomplejado defendiendo sus ideas, por impopulares que sean.
—Tengo la mejor opinión de Kast. Al final hay que pensar: si las personas que se van, van a tratar de conformar un proyecto orientado a darle fortaleza a un sector político o van a buscar un proyecto orientado a sustituir el de donde proceden. Conociendo a Kast creo que no es la segunda opción, no creo que esté en un proyecto para “destruir a la UDI”. Creo que, muy legítimamente, está en la lógica de perfilar algo que siente que hoy no está en la centroderecha. Por otro lado, eso también es un desafío para la UDI, que debe reperfilarse mejor.
¿DEBE ALINEARSE LA UDI TRAS EL EX PRESIDENTE PIÑERA? “No me parece para nada una opción que vaya a debilitar a la UDI”.
DESAFÍO DE LA OPOSICIÓN “La derecha en los últimos 40 años ha tenido tendencia a acomplejarse frente a la izquierda”.