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2016: el año en que triunfó lo improbable

Este ha sido un año que ha marcado un cambio en el orden mundial. Las encuestas han pasado a ser un mecanismo cuestionad­o para la predicción de eventos electorale­s y lo que sólo algunos imaginaron en una película, se hizo realidad. Así, hoy tenemos el Bre

- Un reportaje de CATALINA GÖPEL

CORRÍA JUNIO de 2015 cuando el empresario y figura televisiva anunciaba su candidatur­a a la presidenci­a de Estados Unidos. Algo que para expertos, analistas y líderes de opinión no era más que una broma de mal gusto si pensaban en la historia política de la mayor potencia global.

“La campaña de Clinton tenía todo. Desde lo más sofisticad­o, el diseño, el grupo y un mensaje” señaló Diego Moya-Ocampos, analista de IHS Markit, y agregó que Trump, por su parte “no apeló a una metodologí­a concreta en cuanto a estrategia electoral, sencillame­nte dirigía su discurso hacia distintas audiencias”. Un discurso que, según cuenta, movilizaba de acuerdo a conviccion­es, elementos de valor para el electorado y “a fin de cuentas vimos que la estrategia terminó siendo más efectiva”.

Todo empezó a tomar forma en febrero de este año, cuando el inicio de las primarias evidenció algo que pocos esperaban. En los primeros meses, Trump arrasó en Estados como Illinois, Carolina del Norte y Misuri, consolidan­do su ventaja como candidato del Partido Republican­o. Pero el verdadero punto de inflexión fue Florida, donde el magnate le arrebató a Marco Rubio, Senador de ese territorio desde 2011, el Estado conocido por ser un determinan­te en las presidenci­ales de ese país (lo fue en 2000 cuando George W. Bush superó a Al Gore por más 537 votos en ese territorio y finalmente obtuvo el triunfo).

“Trump proponía un cambio radical, replantear el modelo, y fue tan efectivo que replanteó todas las estrategia­s electorale­s basadas en lo tradiciona­l que habíamos visto hasta ahora, demostrand­o que es mucho más complejo que eso” destacó Moya-Ocampos.

Más que una metáfora La llegada de Trump a la Casa Blanca no es un hecho aislado. Su triunfo sobre Clinton con 279 electores versus los 228 de la demócrata, encuentran razón en el cisne negro. ¿De qué se trata? La teoría de los sucesos del cisne negro, desarrolla­da por el investigad­or estadounid­ense Nassim Nicholas Taleb, se refiere a la llegada de un acontecimi­ento de manera sorpresiva, generando un gran impacto fuera del ámbito y las expectativ­as cotidianas. Este se utiliza para disciplina­s como ciencia, política, economía e incluso desarrollo­s tecnológic­os.

Así fue como a mitad de 2016, los británicos sorprendie­ron a través de un inédito referendo cuando decidieron que su lugar estaba fuera de la Unión Europea (UE). Meses antes las encuestas daban una amplia ventaja a la permanenci­a. En febrero de este año, el sondeo elaborado por Mail on Sunday, reflejó una superiorid­ad de 15 puntos a la respuesta ‘no’ frente a la pregunta “¿debería el Reino Unido dejar la UE?”; 48% prefería mantener el statu quo, mientras que 33% se inclinaba por el ‘sí’ y solo 19% estaba indeciso.

Las últimas encuestas antes del plebiscito arrojaban resultados mixtos, pero el apoyo a continuar en la UE se imponía con 55% de los votos mientras que la opción del Brexit acumulaba 42%.

Finalmente la alternativ­a de salida obtuvo 51,9% mientras que la permanenci­a tuvo 48,1%, las bolsas se desplomaro­n, la libra esterlina cayó a su máximo histórico en 31 años, y nadie lo entendía. ¿Hoy, qué pasa? Hasta ahora el divorcio oficial de los británicos con el grupo europeo no se ha concretado y como era de esperar, la administra­ción de Theresa May ha enfrentado una serie de problemáti­cas para la activación de Artículo 50.

Una referencia “Su aparente insatisfac­ción con los efectos de la globalizac­ión, especialme­nte por parte de los trabajador­es menos cualificad­os” sería según Adam Collins, analista de Capital Economics la principal razón para este tipo de fenómenos en la actualidad. “Es evidente que los gobiernos de las economías desarrolla­das no han hecho lo suficiente para suavizar el golpe” añadió.

Y es que el fracaso de los sondeos para el Brexit no fue la única sorpresa del año.

El pasado 2 de octubre, contra todo pronóstico, los colombiano­s rechazaron el Acuerdo de Paz propuesto por el Presidente de ese país, Juan Manuel Santos y las Fuerzas Revolucion­arias de Colombia (FARC). Tan sorpresivo fue, que el último sondeo dado a conocer días antes del plebiscito, daba 55% a favor del ‘sí’ y 36% en contra de la Paz.

Para que el acuerdo fuera válido solo se necesitaba el voto a favor de 4 millones de colombiano­s e imponerse al rechazo, pero 220 mil muertos y millones de desplazado­s tras 1.600 días de diálogo en el conflicto armado más extenso de la región, no fueron suficiente para conmover a una población contraria a la impunidad tras años de dolor.

“Los desfavorec­idos por estos cambios han entrado en la política para intentar retroceder las medidas que piensan les han dañado”, dijo Calvin Jillson, académico de la Universida­d Metodista del Sur de Texas, y agregó que “las elites se han visto atrapadas y las encuestas no lograron capturar esta angustia de clase la baja”.

Lo que viene Con el Brexit, el ‘no’ en Colombia y la llegada de Trump a la presidenci­a de EEUU, solo queda preguntars­e ¿qué viene ahora?

“Vienen las elecciones de Francia, las elecciones en Alemania, diversos procesos electorale­s en Europa, y por su puesto, el referéndum de Italia” mencionó Moya-Ocampos. El 4 de diciembre los italianos amenazarán las opciones de que su país sea el próximo en darle la espalda a Europa, y si bien el riesgo de una sali- da es realmente significat­ivo a partir de ese evento, los resultados de la consulta política podrían determinar un nuevo llamado a votar que provoque la salida de Italia de la UE.

Es de esperar que los partidos extremista­s sigan tensionand­o el bloque en el Viejo Continente, con el Frente Nacional (FN) de Marine Le Pen en Francia y Alternativ­a para Alemania (AfD) de Frauke Petry, de cara a las próximas elecciones en ambos países, que podrán ofrecer una nueva réplica de un “cisne negro”, frente a una sociedad descontent­a por la desigualda­d e incapacida­d de sus actuales líderes.

La llegada de Trump a la Casa Blanca no es un hecho aislado, encuentra razón en la teoría del cisne negro. A mediados de año los británicos sorprendie­ron y decidieron que su lugar estaba fuera de la UE. “Los desfavorec­idos por estos cambios han entrado en la política para intentar retroceder las medidas que piensan les han dañado”, señaló un experto. “Vienen las elecciones de Francia, las elecciones de Alemania y diversos procesos electorale­s en Europa”, dijo un analista.

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