La minería y el crecimiento
EL BANCO Central ha entregado una importante información sobre la marcha económica: las
Cuentas Nacionales de 2016. Según este informe, el PIB el año pasado creció 1,6%, es decir, completamos tres años consecutivos con crecimiento inferior al 2% anual. Este modesto desempeño se compara negativamente con la evolución en los últimos 30 años (1987-2016), donde registró una tasa promedio anual de crecimiento de 5,1%. Debemos tener presente que crecer al 2% o al 5% no da lo mismo para el bienestar de los chilenos, particularmente en el largo plazo. En la revolución económica a partir de 1987 la minería ha jugado un rol clave, atrayendo inversiones, impulsando el crecimiento, abriendo un amplio mercado externo y aportando relevantes recursos financieros para que el Estado pueda desarrollar su labor. Por ello es inquietante el informe 2016 del prestigioso Instituto Fraser de Canadá, que mide el atractivo de los países para invertir en minería. Chile históricamente ha sido líder entre los países latinoamericanos; sin embargo, cae 28 posiciones respecto de la medición anterior, siendo superado por Perú. Se suma el rechazo al proyecto Dominga, un mensaje muy negativo que no ayuda a que los inversionistas tengan a nuestro país en la mira. Entre los antecedentes proporcionados por el Banco Central preocupa también lo relativo a la inversión, por cuanto los últimos tres años, en forma consecutiva, se registra una contracción, situación inédita las últimas tres décadas. En este período de 30 años, cae la inversión en 1999, atribuido a la crisis asiática, y el 2009, explicado por la crisis financiera internacional subprime. Los años 2014, 2015 y 2016, sin crisis externa de por medio, Chile registra una reducción de esta importante variable. Despejar incertidumbres y alcanzar amplios acuerdos es muy necesario para enfrentar la coyuntura. Ad portas de una elección presidencial, es muy relevante que los candidatos pongan al crecimiento en el centro de políticas públicas. ℗