Migración y desafío sanitario
Aumento de la inmigración plantea un desafío al sistema de salud público. Uno es económico -insuficiencia de recursos- y otro es sanitario, debido a la entrada de afecciones erradicadas.
SIN DUDA QUE la llegada súbita de decenas de miles de inmigrantes plantea un doble desafío a un sistema de salud público como el chileno, ya en problemas para atender a los connacionales. Uno es económico -insuficiencia de recursos y problemas de gestión- y otro es sanitario, debido a la entrada de afecciones erradicadas y, en general, asociadas con naciones más pobres que Chile. Esto último se ha hecho más latente luego que el Ministerio de Salud confirmara que existen dos casos confirmados de lepra y otro en estudio, todos ellos de individuos extranjeros.
Si se agrega que el Estado, en rigor, ignora el volumen real de la inmigración -y por ello solicitó a la PDI investigar el caso haitiano, si bien cifras de Cancillería dan cuenta de que entre enero y julio de este año ingresaron 44 mil ciudadanos de Haití-, nos enfrentamos a un escenario potencialmente explosivo que podría despertar indeseables respuestas xenófobas o de discriminación. El escenario de desregulación en buen parte es responsabilidad del Gobierno, por no haber enfrentado el problema con una ley de extranjería moderna y porque su inacción incluso recientemente generó la dimisión del director de Extranjería, aunque ya fue nombrado su reemplazante. La Moneda no puede perder de vista que enfrenta una situación urgente.