El cambio pedido por Contraloría que trabó la licitación del Transantiago
El concurso parecía una oportunidad para realizar cambios profundos al sistema de transporte capitalino. Sin embargo, el proceso está paralizado por el TDLC y su continuidad está en manos del próximo gobierno. Uno de los principales cuestionamientos del t
El 2 de junio, la ministra Tapia ingresó las bases del concurso a la Contraloría, luego que el documento que había sido elaborado por su antecesor, Andrés Gómez-Lobo, sufriera ajustes en su contenido. Uno de los principales cambios, era que el Estado se convertiría ahora en dueño de los terminales. De hecho, esta situación obligó a la cartera a retrasar en un mes el envío de los contenidos, que estaba previsto inicialmente para fines de marzo. Desde ese entonces, expertos ya ponían en duda que el Gobierno lograra cumplir los plazos para adjudicar las concesiones durante esta administración, incertidumbre que creció cuando el órgano contralor devolvió al Ministerio las bases en dos ocasiones. Primero, en agosto para precisar aspectos como la disposición de los terminales, y luego en octubre para definir los criterios de evaluación de los oferentes.
Fuentes conocedoras del proceso señalan que uno de los argumentos que el TDLC esgrimió para frenar la licitación fue precisamente una de las peticiones que habría hecho Contraloría para dar el visto bueno a las bases. En el escrito donde ratifica su decisión de mantener paralizado el proceso, el órgano antimonopolio señaló que “la forma discontinua de evaluar la experiencia de los oferentes que no son actualmente operadores del sistema distorsionaría la capacidad de competencia entre oferentes que manejan flotas de buses de tamaño similar”. Conocedores del proceso aseguran que Contraloría habría pedido pasar de un sistema continuo de evaluación, que originalmente se planteaba en las bases, a uno discontinuo, para que de esta forma no se perjudicara a las empresas de menor tamaño.
Una de las opciones que tiene el actual gobierno es recurrir a la Corte Suprema y presentar un recurso de reclamación. Sin embargo, considerando que queda menos de un mes para el cambio de gobierno, desde la industria sostienen que adjudicar los contratos durante esta administración es prácticamente imposible.
Nuevo gobierno zanjará
“El Transantiago, en sus diez años de experiencia, ha significado para muchos, demasiados chilenos, mala calidad de vida”.
SEBASTIÁN PIÑERA
Lo cierto es que la licitación ahora corre el riesgo de no concluir. Y es que tras confirmarse la paralización, su futuro está en las manos de la próxima administración.
Fuentes señalan que las nuevas autoridades son partidarias de postergar la licitación, hacer cambios Presidente electo
proceso de licitación se dispuso de terminales para los oferentes. profundos en las bases e iniciar un nuevo proceso que aclare las dudas pendientes. De esta forma, se relicitarían los contratos en paralelo con los servicios complementarios como Tarjeta Bip!, la red de carga y la administración financiera. Esto, debido a que los contratos de estos últimos vencen proximamente.
Sin embargo, realizar una nueva licitación significaría prorrogar los actuales contratos y negociar con los actuales operadores, tratativas que podrían significar un alto costo al sistema.