Palabras que matan
ERA UNA NOCHE PARA EL REENCUENTRO Y LA ILUSIÓN, DESPUÉS DEL AGÓNICO 2-1 SOBRE PERÚ, CON UNA ACTUACIÓN INOLVIDABLE DE ARTURO VIDAL. PERO JUAN ANTONIO PIZZI Y LOS MÁXIMOS DIRIGENTES DE LA ANFP, ARTURO SALAH Y ANDRÉS FAZIO, GENERARON UNA TEMPESTAD AL REVELAR QUE EL ENTRENADOR PUSO SU CARGO A DISPOSICIÓN.
No quedaba otra. Chile debía ganar a Perú luego de la goleada sufrida en Quito ante Ecuador. El Mundial de Rusia 2018 se alejaba de manera inexorable. Pero el cuadro de Juan Antonio Pizzi supo recuperar la memoria y ofreció un primer tiempo notable. En el lapso inicial el equipo tuvo las ideas que lo distinguieron en la última década como una escuadra maciza, que agranda la cancha, genera juego por los costados para llegar de manera masiva hasta la portería rival. Sin embargo, mantiene un problema que a estas alturas se aprecia endémico: la carencia de gol de los atacantes. En este año, Chile anotó ocho veces por las eliminatorias. Dos de ellos los convirtió Mauricio Pinilla (ante Venezuela). Felipe Gutiérrez marcó la apertura con Argentina y los cinco restantes fueron obra de Arturo Vidal. De hecho, las últimas cinco conquistas corresponden al mediocampista del Bayern Munich. Un dato relevante, porque si los atacantes no la embocan el camino se hace demasiado empinado. Un equipo carente de finiquito, más allá del funcionamiento, del trámite o de la posesión, es imposible que aspire a conseguir grandes objetivos. El rival siempre tendrá un momento para reaccionar. Por eso, cuando se controla y ejerce superioridad es necesario rubricarlo en el marcador. Eso no sucedió en el Estadio Nacional. Perú, a partir de la hora de juego, tuvo tres situaciones y capitalizó una, a través de un zurdazo notable de Edison Flores. Los fantasmas de las eliminaciones de 2002 y 2006 se instalaron en Ñuñoa. Ri- cardo Gareca, entrenador de la selección peruana, entendió que en el cuarto de hora final podía dar el golpe. Puso más gente en ataque y el cotejo se abrió. La Roja, con menos piernas y fluidez, apelaba a su funcionamiento. Luego del latigazo de Flores el equipo sintió que la noche llegaba. Y fue hacia el arco sur con la reserva del estanque de combustible. A cinco minutos del epílogo, una media vuelta de Vidal, que saca una zurda baja, al palo izquierdo de Pedro Gallese, y la explosión. Chile vencía 2-1 a Perú, suma 14 puntos en la tabla de posiciones, en una eliminatoria cerrada como pocas veces por las dos derrotas de Argentina en condición de local (con Ecuador y Paraguay). Antes de la doble fecha de noviembre, frente a Colombia en Barranquilla y Uruguay en Santiago, la FIFA deberá resolver el reclamo de Chile y Perú por la inclusión en Bolivia del paraguayo nacionalizado boliviano Nelson Cabrera. Una opción remota, que de darse dejaría a la Roja con 16 unidades. La ruta a los mundiales nunca fue fácil. Por su extensión, resultados cambiantes y el drama que implica quedar fuera, los ánimos suelen estar demasiado sensibles. Juan Antonio Pizzi dio una prueba evidente el martes, al concluir su rueda de prensa oficial. El santafecino reveló que habló con Arturo Salah, presidente de la ANFP, para poner su cargo a disposición, dejando en claro que no existía ninguna atadura económica si el directorio ponía fin a su ciclo. En la zona mixta, Salah y su primer vicepresidente, Andrés Fazio, respaldaron al entrenador. Ambos cuestionaron el am- biente previo al partido e incluso Fazio argumentó que el 80 por ciento de las preguntas de la conferencia de prensa tuvieron carácter negativo. Una bomba de racimo en medio de un clima que parecía atenuarse tras la victoria y la inolvidable actuación de Arturo Vidal. ¿Motivo de la declaración de Pizzi? Los cuestionamientos a su gestión, a través de algunos medios escritos, poniendo en duda su liderazgo, capacidad (más allá de si dirige bien o mal al equipo) y profesionalismo en el manejo del grupo. Hubo rumores sobre una eventual intoxicación de tres jugadores, pero pronto se supo que los problemas de salud de Vidal, Miiko Albornoz y Erick Pulgar eran distintos. El héroe de la jornada, por