¿Oye bien?
Detectar a tiempo cualquier anormalidad en la escucha de tu bebé le aportará bienestar. Te decimos cómo hacerlo.
Antes que nada queremos decirte que todos los problemas de audición tienen solución, la clave está en detectarlos a tiempo para brindar un tratamiento completo que ayude al desarrollo óptimo del niño. Preciso por esto, en diversas partes del mundo ya existen programas para la detección temprana de la hipoacusia: en España, por ejemplo, tienen el Programa de Detección Precoz de la Hipoacusia, que se aplica en los hospitales. En México, se realiza el tamiz auditivo neonatal, el cual consiste en colocar un pequeño “audífono” en el oído del bebé durante unos segundos, para registrar si existe una disminución auditiva. Cuando estos estudios se realizan antes de los seis meses y en caso de detectar una complicación se sigue el tratamiento adecuado, los niños logran escuchar y hablar sin problemas.
La hipoacusia hoy
Sostuvimos una charla con la doctora Lilian Flores, directora de rehabilitación para América Latina de Cochlear; fue revelador saber que cuando esta condición es diagnosticada a tiempo, la vida de los niños con hipoacusia no se ve afectada, pues ya no es discapacitante.
Doctora Lilian, ¿cómo es la vida de un niño con hipoacusia y de su papás?
Los papás sí sufren un duelo porque ellos no esperaban que su hijo padeciera esta condición. El 90% de los sordos en el mundo son de padres oyentes, que no tienen antecedentes de esto. Sin embargo, actualmente, si este niño es tratado a tiempo, a pesar de que es el problema número uno al momento de nacer, aprenden a escuchar y hablar, por tanto, a leer y escribir; los niños incluso pueden aprender los idiomas que quieran. El problema de la audición no es una discapacidad que les impida desarrollarse y adaptarse a la sociedad.
¿Cómo los papás pueden darse cuenta de que su hijo tiene problemas de audición?
Es muy importante que observen el crecimiento de su hijo; muchos se dan cuenta de esta condición, sobre todo, cuando su niño empieza a caminar, que lo llaman y no voltea. También puede ocurrir cuando su bebito no reacciona a los ruidos fuertes: no se despierta, voltea ni parpadea automáticamente. Más grandecito, empieza a balbucear, pero si de repente corta este balbuceo es porque no tiene retroalimentacion auditiva, no escucha. De hecho, a los seis meses, el niño ya tiene que reconocer su nombre. Estas señales ayudan a los padres a percatarse de que algo anormal le ocurre a su pequeño. Sin embargo, es mucho mejor detectarlo desde su nacimiento.