Se salva La 14
Los almacenes La 14 han sido la imagen del empuje y la creatividad vallecaucana. Don Jaime Cardona y sus hermanos sacaron adelante una cacharrería situada, desde la década del 60, en la calle 14 de Cali, hasta convertirla en un almacén de grandes superficies que se expandió por el occidente colombiano, desde Manizales hasta Popayán, y llegó a Bogotá en una apuesta que consideraron exagerada pero que dió sus frutos y hoy será fundamental de la recuperación que han emprendido sus herederos.
A la muerte de don Jaime Cardona, cometieron una equivocación garrafal nombrando a un exyupi, ajeno a la familia, que no entendió su estructura y la consideró inconveniente para la evolución que dizque le enseñaron en la universidad y en menos de un año casi acaba con ella, espantando clientes, despidiendo a los antiguos empleados que sostenían a esa organización cacharrera a la antigua, pero siempre tan eficiente y bien presentada.
Ante la protesta ciudadana, en especial de los clientes que empezamos a ver escasear los productos que siempre adquiríamos “con la mejor calidad y a los mejores precios” como pregonaba el slogan y de los proveedores a los cuales comenzó a mamarles el gallo el advenedizo yupi, la familia heredera tomó la determinación de levantar de nuevo La 14. Restauraron su junta directiva con presencia familiar y sonoros miembros independientes y nombraron nuevo gerente a un sobrino de don Jaime que la conoce. Aspiran ellos y todos los millones de clientes que poseen que en breve podremos volver a salir de comprar allí con satisfacción a flor de labio.