América y Europa, por ahora, tienen sus copas
A HOY SIGUEN FIRMES, PERO TODO VA A DEPENDER DEL AVANCE DEL COVID.
¿Es probable una cancelación o un nuevo aplazamiento de la Copa América o de la Eurocopa a causa de la pandemia? Han surgido múltiples rumores, pero hasta hoy los organizadores de ambos torneos siguen firmes con su realización.
El certamen de la Conmebol recibió un golpe hace poco cuando Australia y Catar, los invitados, informaron que no podrían participar por problemas de agenda. Acto seguido y tras lamentar las ausencias, el ente continental recalcó que los planes siguen como están diseñados y solo participarán los 10 países de la zona.
Ayer hubo otro campanazo, después de que Ernesto Lucena, ministro del Deporte, dijera en ‘Caracol Radio' que ve inviable que la Copa, que se prevé sea disputada en Colombia y en Argentina, no tenga público.
“Una Copa América sin público no tendría sentido”, expresó en la entrevista, en la que igualmente afirmó que las autoridades trabajan en un “protocolo de bioseguridad para tener un aforo aproximado del 30 %”.
Lucena, quien aspira a que sigan bajando los contagios y se dé continuidad al proceso de vacunación, aseguró que el país “está en plena capacidad de recibir la Copa América si tocara hacerla de manera individual”, aunque aclaró que no han recibido ningún mensaje sobre una posible baja de Argentina.
En Europa, entre tanto, la UEFA tiene previsto que el 11 de junio se inicie un torneo en 12 sedes, de diferentes países, con final en Londres.
El optimismo por el regreso de diversas competiciones se hizo evidente, pero la multiplicación de las variantes del virus siembra muchas dudas, así como las restricciones de viajes dentro del continente.
Oficialmente, la UEFA mantiene que no hay razón para el pánico y mantiene el plan inicial.
Además de las ‘burbujas' para los equipos y la prensa, los organizadores contemplan cuatro escenarios en cuanto a público: “100% de espectadores en el estadio, de 50 al 100%, del 20 al 30% o a puerta cerrada”. Sin embargo, también hay que tener en cuenta las decisiones que cada país tome en el futuro, las cuales serían autónomas.