Salud mental, la nueva pandemia
El día a día es una constante lista de situaciones que generan estrés. Si a esto le sumamos las angustias de sobrevivir a una pandemia, la vida resulta un completo caos. La psiquiatra Mónica Avendaño asegura que la población ha asumido el estrés como un factor normal y cotidiano en la vida, cuando en realidad es una enfermedad que requiere de atención médica como cualquier otra. ¿Cuáles son las consecuencias mentales que ha dejado de la pandemia?
Varias. Los pacientes temen por la salud propia y la de sus seres queridos; o por la situación financiera y laboral. Esto genera trastornos de sueño y alimentación, exacerbación de enfermedades crónicas, estrés, ansiedad, depresión, disfunción de la vida en pareja o con la familia, incluso he visto la aparición de conductas de dependencia de alcohol u otras sustancias. También se ha hecho muy frecuente el síndrome de la cabaña, que conlleva miedo a salir y contagiarse. Por consiguiente, se vuelve muy difícil la adaptación a la nueva normalidad.
Ante tantos factores de estrés, ¿cómo podemos asumir una mentalidad sana?
Hay tres palabras claves: Aprender, agradecer y avanzar. Todo ha ocurrido para ser lo que somos; seres de consciencia. Tenemos mucho por transformar en nuestra manera de vivir. A veces, realizar todas estas transformaciones requiere de "bastones terapéuticos", como terapias alternativas y sin efectos secundarios. Desde mi experiencia clínica diaria, recomiendo Neurexan, un medicamento hecho en Alemania, con ingredientes de origen natural, que cuenta con estudios clínicos que garantizan su eficacia y seguridad. En este momento de pandemia, también estoy recomendando Engystol, que es específico para el fortalecimiento del sistema inmune y cuenta con estudios clínicos que comprueban la eficacia con diferentes tipos de virus. Estos dos medicamentos son de gran utilidad ante las experiencias de grandes cambios e incertidumbre, como las que estamos viviendo.
¿Se pueden tomar al tiempo?
Sí, se pueden tomar juntos. La dosis es de una tableta sublinugal, tres veces al día, de cada uno.
Se habla de que la falta de salud mental será la nueva pandemia. ¿Cómo podemos evitar caer en ella?
La pandemia emocional era un efecto colateral silencioso; ahora es estridente y evidente pero siempre estuvo presente.
Hay que aceptar que la ausencia de enfermedad mental no es presencia de salud mental. Convencionalmente se cree que es "normal" sentirse estresado o ansioso o no dormir adecuadamente. Es como si hubiéramos aprendido a estar enfermos porque en algún momento empezamos a ver como "normal" sentiros estresados o ansiosos. Es realmente importante que tengamos asesoría en salud mental periódicamente, de la misma manera en que vamos al médico para hacernos exámenes de control.
¿Cómo crear resiliencia y adaptación ante la nueva normalidad?
Hay que comprender la diferencia entre resiliencia y adaptación. La primera es no quedarse atrás, reponerse en medio de una situación de adversidad. La segunda significa que, una vez que he practicado una actitud de resiliencia, fluyo con las nuevas exigencias, respondiendo hábilmente y me sitúo con confianza en la nueva normalidad.