Cocina (Colombia)

OPINIÓN

- Por Dionisio Pimiento Viajero y sibarita

Usaquén en modo slow

EN MI RECIENTE VIAJE ME REENAMORÉ

de Bogotá. ¿Será que a mi Medellín la veo cuesta abajo? Este sentimient­o renovado con la capital no pasa por desconocer sus dolores y tristezas (como en frase facilona de Instagram: “Enamórate de sus defectos más que de sus virtudes”). Concentré mi energía y tiempo en Chapinero Alto y en Usaquén. Este último barrio es un cuasireman­so en la dinámica y estrepitos­a ciudad, pues puede recorrerse a pie en modo slow, lo que me permitió descubrir espacios excepciona­les con aquellos cerros a mis espaldas.

Mi primer almuerzo fue en Rústica DC, unas hamburgues­as que me dieron la bienvenida. La tarde estuvo golosa en Helados de paila de mi pueblo, mientras delicados brazos batían con fuerza las mejores frutas para producir los más suculentos helados. La buena noticia es que en adelante también podremos comerlos en Cartagena. La noche la comencé en Bogotá Beer Company, para luego ir a cenar a Abasto, cuya calidad se mantiene aunque todas las manos originales ya no estén. Sin embargo, a Cinema Paradiso no vuelvo pues, aunque las salas son interesant­es, el servicio y la comida dejan mucho que desear.

Al día siguiente, siempre movilizánd­ome a pie, comí segurament­e las mejores costillas de mi vida en Bestia. ¡Aquel pan de maíz jamás lo olvidaré y aún relamo mis dedos al recordar los trozos de carne! Tampoco olvidaré y, dejo claro aquí, que jamás regresaré a Casa Vieja: su tosco servicio me llevará a disfrutar en otra parte de un buen ajiaco.

¿Cómo preservar a Usaquén? ¿Cómo lograr que las familias no se vayan para dar paso a una renovación total de sus habitantes? ¿Cómo conjugar tradición con innovación? Sin duda, que sea fundamenta­lmente peatonal y controlar las ventas ambulantes son parte crucial de la ecuación.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia