ALBERTO MARIO MOROS
“Además del invento por el que gané el premio al Inventor Colombiano categoría juvenil tengo muchos más inventos. Uno que también está en proceso de patente es sobre energías renovables, que busca reducir la demanda energética de cualquier lugar donde se instale. Pero, además de ese, tengo otro de pavimento que transforma las vibraciones de los medios de transporte en electricidad. Otro es sobre electrónica de potencia, y muchos más” afirma Alberto, de 20 años de edad. Este barranquillero comenzó a meterse en el mundo de la investigación y la creación desde que era un niño. Participaba en ferias y congresos que ahora lo tienen a punto de obtener la segunda patente. Esta vez, por inventar un reactor magnetoquímico para catalización positiva de reacciones químicas, que en ‘cristiano’ quiere decir un reactor que acelera las reacciones químicas logrando hacer el proceso más efectivo: menos tiempo y dinero por mejores resultados. “Es como hacer una buena sopa logrando un buen sabor y una cocción de todos sus ingredientes al tiempo”, explica. Alberto Mario ve en la ciencia y los inventos la posibilidad de resolver problemas cruciales de la humanidad. Pero también hace énfasis en que es necesario que haya el apoyo suficiente para desarrollar los proyectos. Gran parte de las patentes no llegan a ser productos comercializados. “Esto es muy triste y a veces desmotivante”, agrega.