GLORIA ÚSUGA MIRÓ EL PERIÓDICO BUSCANDO A SU SOBRINO, PERO ENCONTRÓ A SU HERMANO.
“No se me olvida esa fecha porque nos cambió la vida. Ese día, el pasado 3 de febrero, yo estaba viendo EL COLOMBIANO cuando vi el artículo de los desaparecidos que están en el Cementerio Universal, automáticamente empecé a buscar la foto de un sobrino que está desaparecido desde 2002, pero la sorpresa fue mayor cuando vi la imagen 118 (ver diseño arriba). Era él, mi hermano Luis Fernando”. Así narra Gloria Úsuga el momento en el que se enteró qué era lo que había pasado con Luis Fernando Úsuga, su hermano, de quien no tenía noticia alguna desde 1993. “Mi mamá murió en 2015, esperando que él llegara. Esperó desde ese día, hace 24 años, cuando salió de la casa y le dijo que le guardara frijoles para la tarde. Desde ese entonces no paramos de buscarlo, pero fue inútil, ya las esperanzas eran pocas. A mi mamá le tocó muy duro, todas las noches pensaba sobre lo que le podría estar pasando a Fernando, que si estaba aguantando hambre, que si tenía frío. En las épocas de invierno como esta se estresaba mucho porque sentía que él se estaba mojando por ahí en la calle”, expresa. Gloria, y algunos de sus hermanos siguen viviendo en Robledo Miramar, en la misma casa donde hace 24 años esperaban a Luis Fernando. “¿Usted señor periodista se acuerda de esa canción que dice ‘probablemente ya de mi te has olvidado’, pero que también decía ‘te seguiré esperando’? pues esa la recordaba mucho mi mamá y por eso es que no nos fuimos nunca de esa casa; además, porque Luis ya se nos había perdido casi un año, pero en ese entonces si regresó”, añade Gloria. Según su familia, Luis Fernando Úsuga estudiaba por la noche en una institución educativa del barrio y también, en su tiempo libre, bailaba con una academia de danza en algunos municipios del departamento, “pero
siempre fue un buen muchacho, por eso nos extraña lo que pasó con él, que alguien lo hubiera matado”, asegura su hermana. La familia Úsuga espera noticias de las personas encargadas de la investigación. Gloria dice que una vez se enteró de que su hermano está en alguna parte del Cementerio Universal, se fue a realizar todas las diligencias respectivas para poder cerrar ese capítulo lleno de dolor para su familia. “Ya me hicieron las pruebas de ADN, ya tenemos que esperar para que cuando saquen sus restos se haga el examen y este resulte positivo, ahí podremos tener sus cenizas y darle un adiós como se lo merece, al lado de los suyos, de su familia”, expresa Gloria, quien asegura que tiene interés en conocer el por qué de su muerte, quién o quiénes fueron los responsables de su asesinato y desaparición. La familia de Luis Fernando Úsuga obtuvo un respiro, un descanso al conocer que su ser querido, quien para hoy tendría 42 años, no se encuentra en una fosa común o desaparecido para siempre, infortunadamente ahora sus energías se enfocarán en encontrar a Héctor
Emilio Arteaga, sobrino de Gloria, del que no tienen noticias desde hace cuatro años. “Tenemos la tranquilidad enorme por lo ocurrido con Luis Fernando, pero ahora estamos haciendo lo posible por encontrar a Héctor, de quien dicen lo tiraron al Río Medellín en 2013”.
“Mi mamá sufría mucho en las noches, se preguntaba mucho si mi hermano estaba sufriendo por ahí”.