EL TRANVÍA DE AYACUCHO Y EL TREN DE LA 80
Aunque no tuvo atrasos de consideración en el cronograma de obra, la construcción del tranvía de Ayacucho generó afectaciones a los comerciantes de un pequeño sector de La Candelaria (comuna 10) y en mayor medida a los de Buenos Aires (comuna 9).
Para que no suceda lo mismo en la 80, corredor en el que también se planea implementar un tranvía tipo tren ligero, los concejales de Medellín han debatido en varias sesiones plenarias esta situación.
El hoy presidente de la Corporación, Jesús Aníbal Echeverri, comentó en 2016 que a él no lo convencen con renders y que es “puro cuento que los comerciantes, residentes y transportadores de la 80 van a quedar mejor después de la obra”.
En la misma sesión, la concejala del Polo Democrático, Luz María Múnera, cuestionó: “¿Cuál es el plan con los comerciantes? Van a hacer comisiones para conciliar, como las que hicieron en Ayacucho,
que nunca concilió nada. ¿Cuántos predios hay que comprar? ¿A cómo los van a comprar? ¿Van a cobrar servicios públicos a los comerciantes cuando abran las calles y ellos no puedan vender?”.
En la discusión, el concejal conservador Carlos Alberto Zuluaga, pidió blindar a los comerciantes y residentes de la avenida 80.
Por su parte, la Administración Municipal, en ese entonces representada por quien era el director de Planeación y ahora gerente del proyecto tren ligero de la 80, Felipe Vélez Roa, afirmó que la construcción de dicho sistema de transporte, al igual que cualquier otra obra que se desarrolle en la ciudad, tendrá protección a moradores y a actividades económicas.
“No haremos proyectos que atropellen a las comunidades; esa es una tranquilidad que les vamos a dar como Administración Municipal y que está contemplada en el Plan de Desarrollo”, dijo Vélez Roa.