POR QUÉ LA AUTORIDAD PALESTINA DEBE SER CUBIERTA
La reunión del presidente Trump esta semana con el presidente de la Autoridad Palestina, fue presentada como un esfuerzo por parte del autor de “El Arte del Negocio” para reiniciar el proceso de paz patrocinado por Estados Unidos, pausado hace mucho tiempo. Pero a medida que se aproxi- ma el cincuentenario de la ocupación israelí, el proceso está mucho peor que pausado. De cara a un gobierno derechista intransigente en Israel, que no cree que Palestinos deben tener plenos derechos, las negociaciones son futiles.
Dado el abyecto fracaso de las conversaciones basadas en un marco fallido que favorece fuertemente a Israel, los palestinos están debatiendo la necesidad de nuevo liderazgo y una nueva estrategia.
Muchos se preguntan si la Autoridad Palestina juega cualquier papel positivo o simplemente es una herramienta de control para Israel y la comunidad internacional. La inescapable lógica es que es hora para que la autoridad se retire.
Establecida en 1994 bajo los Acuerdos de Oslo, se pretendía que la autoridad fuera un organismo temporal que se convertiría en un gobierno plenamente operativo una vez que se otorgara la condición de Estado, lo que se prometió para 1999. Su jurisdicción ha sido siempre limitada. Está a cargo de un mero 18 por ciento de la Ribera Occidental. En comparación con el control general de Israel de Cisjordania ocupada y la Franja de Gaza, los poderes de la Autoridad Palestina son mezquinos.
Para muchos palestinos, sin embargo, el establecimiento de su propio gobierno fue un sueño realizado. Finalmente, aquellos que habían vivido bajo ocupación desde 1967 estarían libres del gobierno represivo militar de Israel para gobernarse a sí mismos. Pero a medida que las negociaciones bajo Oslo se extendieron, los obstáculos impuestos por el mandato israelí se hizo solo más atrincherado.
Pasé varios años involucrada en el lado palestino de los diálogos y puedo dar fe de su futilidad. Los delegados palestinos, quienes necesitaban permisos para entrar a Israel a participar, rutinariamente eran detenidos en puestos de control israelíes. Cuando hablamos de ley internacional y la ilegalidad de los asentamientos, los negociadores israelíes se rieron de nosotros.
El poder lo es todo, decían, y ustedes no tienen nada.
Mientras pasó el tiempo, se hizo claro que el presupuesto de la autoridad y sus prioridades en gran parte estaban dirigidos hacia vigilar a la población palestina. El abrumador enfoque en seguridad, nos dijeron, era necesario para la duración de los diálogos de paz. Hoy, una tercera parte del presupuesto de aproximadamente US$ 4 mil millones de la autoridad va a la policía, más que para salud y educación combinados.
Efectivamente, la Autoridad Palestina se convirtió en subcontratista para las fuerzas militares ocupantes de Israel.
La internacionalmente elogiada “cooperación en materia de seguridad” entre Israel y la Autoridad Palestina solo ha resultado en la detención y encarcelamiento de palestinos, incluyendo a activistas de derechos humanos pacíficos. Mientras tanto, los colonos armados israelíes, sobre los cuales la autoridad no tiene jurisdicción, pueden aterrorizar a los palestinos prácticamente con impunidad.
La razón de ser de la Autoridad Palestina hoy no es liberar a Palestina, sino mantener a los palestinos en silencio y aplastar el disentimiento mientras Israel roba tierras, derriba casas palestinas y expande asentamientos. En lugar de un Estado soberano, la autoridad se ha convertido en un estado proto-policial, una cuasi-dictadura, respaldada y financiada por la comunidad internacional.
Su líder, Abbas, quien ahora tiene 82 años, ha gobernado por más de 12 años, la mayoría de ese tiempo bajo decreto presidencial, sin mandato electoral. Bajo su presidencia, el Parlamento Palestino se ha vuelto moribundo y dos terceras partes de palestinos quieren que renuncie
La razón de ser de la Autoridad Palestina hoy no es liberar a Palestina, sino mantener a los palestinos en silencio.