REDES, NO TODO ES BUENO
Nada había “acercado” tanto a todo el mundo como el internet y las redes sociales: Whatsapp, Facebook, Twitter, Instagram, Skype, los correos electrónicos, etc. Son muchas cosas positivas que estas herramientas han generado en nosotros, pero no todo es bueno: acosadores, hackers y estafadores abundan en la web; no podemos ser ingenuos, hay que estar informados.
¿Cuántas personas se han visto afectadas socialmente por la difusión de fotografías privadas en internet? Son incontables los casos, tanto por hackers como por envíos voluntarios a otra persona que las subió a internet. Estos sucesos destruyen la vida de una persona. Los famosos Packs, fotos de una persona desnuda, que se difunden en grupos que comparten este tipo de contenido en redes sociales, blogs o salas de chat son un claro ejemplo. Como el hackeo que sufrió Jennifer Lawrence, a quien le publicaron fotos privadas en las redes.
La información que brindamos en estas aplicaciones puede jugarnos en contra. Dar nuestra ubicación es algo demasiado riesgoso. Miles de personas han sido asaltadas, secuestradas, hackeadas, amenazadas o acosadas por brindar excesiva información en redes sociales: nuestro correo, nombre, edad, teléfono, fotos y demás. ¿Es todo esto realmente necesario?
En internet hemos visto que no toda información es real, no todo es confiable. Como noticias falsas que se han viralizado, por ejemplo la supuesta muerte del Youtuber Luis Fernando Flores, más conocido como Fernanfloo, en un accidente de avión; la mentira surgió en redes.
Hay cosas aún peores que se ven en internet, en la famosa Deep web o Internet oculta donde se pueden ver páginas con fines ilegales. Hay mucho contenido donde se ofrece la venta de armas, tráfico de drogas, trata de blancas, pornografía infantil, fo- ros de pederastas e infinidad de portales de esta índole.
Sí, hay muchos aspectos favorables en internet, pero también muchos como los anteriores. Tenemos que aprender a utilizar las herramientas. Nunca va a estar de más educar sobre esto a nuestros hijos, a las generaciones futuras. Estamos tardando en actuar, solo basta analizar cuántos niños en nuestro país tienen acceso a estas redes sin la supervisión de un responsable
En internet hemos visto que no toda información es real, no todo es confiable.