¡Empezar desde cero! Colombia, a recomponer todo contra Polonia
Tras la derrota ante Japón, el Mundial para la Tricolor tiene que comenzar en Kazán. Entre la espada y la pared, a Colombia no le queda otra que ganar, ¿o empatar?
Borrón y cuenta nueva. Nada de lo que se hizo contra Japón es rescatable, salvo algunas pequeñas actuaciones indivi- duales, Juan Fernando Quintero, por ejemplo. De resto, ni la formación, ni la titular ni los conceptos tácticos, nada le sirve a José Pékerman para el trascendental encuentro fren- te a Polonia.
El entrenador de la selección Colombia debe echar todo al cesto de la basura y redactar de nuevo el guion. Esta vez, hay una particularidad: no hay margen para el error.
La ausencia de ensayos en la etapa de preparación se está pagando y ahora toca corregir sobre la marcha. Para colmo, una epidemia de lesiones y molestias afecta a la Tricolor, que a veces debe pegarse del árbol de la improvisación, en plena competencia.
La expulsión de Carlos Sánchez en el duelo frente a los nipones, a los tres minutos de juego, dejó a la deriva lo planificado para el debut. Ahora la derrota condiciona el proceder venidero.
Pékerman tiene certezas. David Ospina volvió a responder en el arco y aunque cierta responsabilidad le cae en el segundo tanto asiático, cortesía de Yūya Ōsako, en líneas generales funcionó bien.
Ante la expulsión de ‘la Roca’, el reemplazante también estuvo a la altura. Wílmar Barrios le dio una mano gigante a Jefferson Lerma en el medio del campo y es puesto fijo para el encuentro ante los polacos, en horas de la noche de la acogedora Kazán. El volante de Boca Juniors está adaptado a la presión y en su estadía por Argentina ha demostrado con lujo de detalles que cumple en las grandes citas.
Radamel Falcao, como punta de lanza, demostró su liderazgo y su entrega. El ‘Tigre’ se bancó por muchos momentos la soledad en ataque y se las ingenió para complicar él solo la defensa japonesa. El delantero del Mónaco será la mayor esperanza contra Polonia.
A partir de allí, todos son dudas. La primera de ellas es la presencia de James Rodríguez. El hermetismo reinante en el seno de la Tricolor no puede hacer que se vislumbre qué es lo que a ciencia cierta tiene el 10 de la Selección.
Algunos dicen que es una fatiga muscular; otros afirman que es una lesión crónica en el sóleo de la pierna izquierda. Todo bajo sospecha.
Pero a juzgar por el amor que James le tiene a la camiseta amarilla, su presencia se da por descontada. El goleador del último Mundial no dejará que el equipo que tanto ama quede en la lona, sin brindarlo todo.
Las mayores dudas aparecen en la línea defensiva. El zaguero de garantías, Dávinson Sánchez, fue el peor frente a Japón y la decisión de Pékerman dictaminará su moral de acá en más.
Si lo deja, se arriesga a otra floja actuación que los tanques polacos, liderados por Robert Lewandowski, podrían aprovechar. Si en cambio lo saca, el autoestima del zaguero del Tottenham Hotspur podría caer por un barranco.
Dávinson podría continuar con su condición de titular, siempre y cuando tenga experiencia al lado. Esto le da mayores posibilidades a Cristian Zapata como segundo marcador central, ya recuperado de las molestias que le impidieron una preparación óptima para el Mundial.
El otro punto crucial es el flanco siniestro. José Heriberto Izquierdo quedó debiendo en su presentación y perdería el lugar con Luis Fernando Muriel, quien conoce esa posición en el ciclo Pékerman. Tampoco se descarta la presencia de Carlos Bacca, quien en el partido amistoso contra Australia actuó en esa posición y podría darle una mano más a Falcao.
Si las dudas en la Tricolor abundan, en el rival son muchas menos, pero no por falta de problemas. El entrenador Adam Nawałka repetiría la nómina, obligado a poner un equipo ofensivo, que le permita sacar los tres puntos. Un mediocampo con poca recuperación se aferra a Lewandowski en ataque para mantener sus opciones intactas.
Dos equipos con la moral baja se juegan la vida en la Arena de Kazán. La diferencia es que Polonia tiene minutos de trabajo y Colombia no. Solo la mística de hace cuatro años es la garantía tricolor.
“Polonia se recuperará y la moral estará más alta que en el primer partido”
Adam Nawałka, técnico de Polonia “El equipo pudo sobreponerse tras un gol y una expulsión. Si hizo esto, puede afrontar los próximos partidos y ganarlos”
Néstor Pékerman, técnico de Colombia