Víquez CAPITÁN DEL SERVICIO DE VIGILANCIA AÉREA
La PCD arrestó a 119 personas (99 foráneos y 20 nacionales), a quienes se les confiscaron $1,7 millones en efectivo.
“Ningún país puede pensar que está al 100% en seguridad aeroportuaria. Aquí tenemos gente preparada, como en EE. UU. o España. Lo que pasa es que el narco tiene gran ingenio y siempre está tratando de innovar. Mientras nos preparamos para enfrentarlo se pueden ir casos”, comenta Gustavo Mata, ministro de Seguridad.
En el aeropuerto Juan Santamaría, por donde circulan unos 12.000 pasajeros al día, se intenta minimizar esa posibilidad. Con tecnología, perros policía y capacitación al personal se fortalece la detección de sospechosos de tráfico internacional.
“Sacar droga de aquí ya no es tan fácil como en el pasado”, sentencia el capitán Carlos Víquez, jefe de la Policía Aeroportuaria del Juan Santamaría.
Parte de su confianza la deposita en un escáner corporal –recientemente instalado– que permite hacer una radiografía completa al cuerpo de un pasajero en caso de dudas. También se apoya en la capacidad de tres perros para olfatear y detectar sustancias ilícitas.
“En marzo, detectamos 1,5 kilos de coca ocultos en los parlantes de un equipo de sonido que iba para Holanda”, cuenta Víquez.
No obstante, la seguridad de la terminal no es responsabilidad exclusiva del Ministerio de Seguridad o del administrador del aeródromo. Las aerolíneas también contratan a vigilantes y equipos para intentar asegurar la integridad del equipaje.
Entre tanto, la responsabilidad sobre la paquetería recae en las propias empresas de courier y de Correos de Costa Rica.
Ser más estrictos, incrementar el personal de vigilancia e inspirarse en experiencias como la del aeropuerto El Dorado, en Bogotá, son el ideal de Rodolfo Vázquez, encargado de la seguridad de la Navegación de Aviación Civil.
Opina que esas son las mejores medidas para evitar casos como el del pasajero que logró viajar 8.400 kilómetros con droga adherida a sus genitales.