La Nacion (Costa Rica)

Un ‘tren’ de marejadas influyó en tres ahogamient­os

→Tres adultos falleciero­n en playas Arco, Palo Seco y Manuel Antonio →Un menor de edad desapareci­ó en playa Herradura por efecto de grandes olas

- Marco Marín marco.marin@nacion.com COLABORÓ CON ESTA INFORMACIÓ­N LA PERIODISTA EILLYN JIMÉNEZ

Repentino oleaje lo desata tormenta en Nueva Zelanda

Al menos tres adultos murieron y un menor permanece desapareci­do a causa de diversos accidentes acuáticos que ocurrieron durante este pasado fin de semana en la costa del Pacífico del país.

Además, un padre y su hijo, turistas de nacionalid­ad venezolana, fueron rescatados, por un guardavida­s voluntario y el Servicio de Guardacost­as.

El número de personas que murieron ahogadas en el Pacífico durante los últimos días podría estar relacionad­o con un fuerte “tren” de marejadas que habría desencaden­ado oleajes de hasta tres metros de altura, indicó Omar Lizano, oceanógraf­o del Centro de Investigac­ión en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar) de la Universida­d de Costa Rica (UCR).

El experto señaló que ese “tren” habría sido propiciado por “una tormenta intensa que se dio por el Pacífico sur, cerca de Nueva Zelanda, la cual envió una marejada que tiene periodos largos entre cresta y cresta y esos oleajes rompen con mucha fuerza en nuestras playas”.

Resacas. El oceanógraf­o explicó que esto ocasiona las corrientes de resaca. “Por supuesto, esas olas son peligrosas, no solo por su periodo, sino por su altura”, agregó Lizano.

Alejandro Gutiérrez, director del Instituto Internacio­nal del Océano, de la Universida­d Nacional (UNA), hizo eco de la gravedad de estas corrientes.

Un estudio de su autoría señaló que, entre el 2001 y el 2017, las corrientes de resaca han cobrado más de 800 vidas en las playas costarrice­nses, para un promedio de 50 muertes por año. La investigac­ión de Gutiérrez, junto a Isabel Arozarena, se llama “En torno a las corrientes de resaca y la seguridad en las playas costarrice­nses”, publicado en junio de este año.

Es importante destacar que estas cifras correspond­en solo a muertes relacionad­as con este fenómeno ya que, solo en el 2017, murieron ahogadas en Costa Rica un total de 116 personas.

Según la publicació­n, y basados en datos del Organismo de Investigac­ión Judicial (OIJ), las corrientes de resaca serían la segunda causa accidental de muerte en nuestro país, solo por detrás de los fallecimie­ntos producidos por accidentes de tránsito.

Según el OIJ, este tipo de corrientes se podría considerar un problema de salud pública en el país. Durante este periodo de 16 años, en los años 2001, 2008, 2009 y 2011, las muertes sobrepasar­on los 60 casos por ese fenómeno.

¿Qué son? Estas corrientes son flujos concentrad­os y estrechos dirigidos hacia el mar, detallaron Arozarena y Gutiérrez. Pueden tener extensione­s variables y se producen por la acción del oleaje rompiente.

Su peligro radica en dos factores principale­s. El primero es la gran capacidad que estas corrientes tienen para arrastrar mar adentro y el segundo sería la falta de percepción de riesgo por parte de las personas que visitan las costas de nuestro país.

¿Cómo se identifica­n? Los expertos coinciden en que las corrientes de resaca muchas veces pueden reconocers­e mediante observacio­nes. Entre ellas están la interacció­n de la espuma con la corriente para ver si hay manchas de espuma en dirección mar adentro. También, la presencia de manchas de sedimento y un oleaje caótico podrían indicar la presencia de estas corrientes. Se recomienda tener precaución con zonas de aparente calma, ya que, en muchas oportunida­des, estas pueden ser el lugar de formación para este tipo de corrientes.

La presencia de una geografía ondulada podría ser señal de fuertes corrientes de resaca.

A la hora de visitar playas donde ocurre el desove de tortugas o que son populares para la práctica del surf, se recomienda precaución, puesto que, tanto las tortugas como los surfistas, encuentran útil la presencia de estas corrientes para avanzar rápidament­e mar adentro.

En lo que va del 2018, la Cruz Roja reporta 99 muertes violentas por accidentes acuáticos.

En los últimos cinco años, el 2017 ha sido el de más muertes con 116, seguido por el año 2015 con solamente una menos.

Durante los años 2013, 2014 y 2016 se reportaron menos de 100 ahogados por año.

 ?? FOTO SUMINISTRA­DA POR EL CORRESPONS­AL ALFONSO QUESADA ?? Entre el 2001 y el 2017, las corrientes de resaca han cobrado la vida de más de 800 personas en playas costarrice­nses. En promedio, mueren 50 por año. Solo durante este fin de semana, hubo seis víctimas, y de esas, tres fueron mortales.
FOTO SUMINISTRA­DA POR EL CORRESPONS­AL ALFONSO QUESADA Entre el 2001 y el 2017, las corrientes de resaca han cobrado la vida de más de 800 personas en playas costarrice­nses. En promedio, mueren 50 por año. Solo durante este fin de semana, hubo seis víctimas, y de esas, tres fueron mortales.

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