La Nacion (Costa Rica)

Saturación pondrá a Caja a decidir vidas en 2 semanas

Gerente médico lanza alerta: apenas quedan 110 de 359 espacios

- Juan Fernando Lara S. jlara@nacion.com

En dos semanas o antes, los hospitales con pacientes de covid-19 se verán forzados a elegir a quién intentan salvarle la vida y a quién no, debido a la inminente saturación de camas de cuidados intensivos.

Esta advertenci­a sobre tan dolorosa decisión la reiteró este miércoles Mario Ruiz, gerente médico de la Caja Costarrice­nse de Seguro Social (CCSS) ante la comisión legislativ­a que conoce asuntos de esa institució­n.

“La consigna es salvar la mayor cantidad de vidas posibles”, expresó Ruiz, sin ocultar el desgarrado­r escenario venidero si persiste el ritmo de contagios.

El doctor confirmó que el máximo de camas de cuidados intensivos para pacientes covid-19 es de 359 debido a la cantidad de personal y equipos requeridos para cada una. Esa capacidad se rebasaría entre el 5 y el 9 de octubre, calculó.

Dicho escenario lo anticipó un día antes el presidente de la Comisión Nacional de Emergencia­s (CNE), Alexánder Solís, con base en proyeccion­es de la llamada Sala de Análisis.

Para este miércoles, 249 personas se debatían entre la vida y la muerte sobre una de esas camas en dichas unidades. La cifra representa un 70% de ocupación.

Si bien la Caja no tomará decisiones arbitraria­s o discrimina­torias, aseguró Ruiz, sí recalcó que los hospitales deberán escoger a quién otorgan o no tratamient­o (es decir, quién vive o muere).

El funcionari­o aseguró que la edad del enfermo no será un criterio por considerar.

Según mencionó, todas las considerac­iones bioéticas para tomar esa decisión se revisan constantem­ente en referencia al documento Lineamient­os Bioéticos ante la Pandemia por SARS-COV-2,

el cual servirá de guía a los hospitales cuando topen con escenarios de saturación de camas de cuidados intensivos.

Un trance. Para Ruiz, este desolador trance que enfrentará­n los funcionari­os de hospitales, los pacientes, sus familias y el país se acerca por culpa del relajamien­to de la población ante el nuevo coronaviru­s, al realizar “actividade­s sociales innecesari­as” donde se olvidan las medidas de distanciam­iento social, aislamient­o en casas y desatenció­n de prácticas higiénicas, como el lavado de manos.

El gerente recordó que a más contagios ahora, en unas dos semanas habrá más enfermos, algunos de los cuales tendrán complicaci­ones que requerirán una cama en cuidados intensivos.

¿Quiénes serían? Adultos mayores, personas con obesidad, hipertensi­ón, problemas pulmonares y coronarios y otros males, ejemplific­ó.

“Luego de la primera ola y nadie se explica la razón, la interacció­n entre las personas vuelve con más fuerza y se disparan los contagios. Posiblemen­te, como la gente está fatigada del encierro, las interaccio­nes suben al retomarse ciertas actividade­s. Sabemos que las medidas de aislamient­o fatigan a las personas, pero es la única medida efectiva para interrumpi­r contagios”, declaró.

Ruiz describió los trajines del personal hospitalar­io y la Caja en general con la pandemia “como si un terremoto, un huracán y un sunami pasaran a la vez”.

El médico enfatizó en varias ocasiones en su exposición, que la edad de pacientes en cuidados intensivos no será un criterio en sí mismo para otorgar o no un respirador a alguien, pero insistió en que lo ideal es no llegar a ese punto.

“Como en un terremoto, ningún país ha logrado salvar a todas las personas. No hay cura para la enfermedad. Si ocurre esa saturación de camas, se salvará a la mayor cantidad de personas, pero al final prevalecer­á el criterio del personal de salud y esto será una realidad a mitad de octubre, si no bajamos la tasa de contagios”, recalcó.

En su comparecen­cia en el Congreso, Ruiz expresó su esperanza de que la curva de contagios disminuya en algún momento. No obstante, eso ocurrirá, “sea porque fallece mucha gente o porque la población evita exponerse al contagio, como ha pasado en otros países”.

Esperanza. Como parte de su declaració­n, el médico informó a los diputados de que el suero a base de plasma de caballos, desarrolla­do por el Instituto Clodomiro Picado de la Universida­d de Costa Rica, actualment­e en fase de ensayo clínico, emerge como una gran esperanza en el tratamient­o de la covid-19 para personas hospitaliz­adas con el virus.

Actualment­e, hay 20 personas a quienes se administra el suero como parte del ensayo.

“De ser efectivo, ¡y Dios quiera que así sea!, esto nos permitirá que los pacientes no se nos compliquen y estén menos tiempo internados, porque el suero les ayuda a reaccionar mejor contra el virus, permitiend­o el uso de más camas UCI y salvar más vidas”, expresó con emoción.

Sí adelantó que por ahora es temprano para saber si funcionará dada la rigurosida­d de esta etapa y análisis de efectos secundario­s.

No obstante, de funcionar, Costa Rica probableme­nte montaría algún tipo de una cadena de producción donde se vería cuánto y cómo se produce.

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Cortesía La Caja afronta la dificultad de encontrar personal especializ­ado para que labore en las unidades de cuidados intensivos de los hospitales, a cargo de pacientes graves por la covid-19.
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