Mesa de diálogo iniciará con advertencia de PUSC y Nueva República de cero tolerancia a impuestos
Resolver déficit fiscal, desempleo y deuda pública son los objetivos de proceso de consulta
La mesa de diálogo multisectorial que lanzó el presidente Carlos Alvarado para buscarle una solución al déficit, la deuda y el desempleo, iniciará esta semana con la advertencia de Nueva República y la Unidad, de cero tolerancia a nuevos impuestos.
En total, esas dos bancadas suman 15 legisladores, por lo que el Gobierno podría sumar como máximo 42 votos a favor de nuevos tributos, asumiendo que el resto de bancadas y diputados le apoyen.
Para aprobar nuevos gravámenes se requieren como mínimo el respaldo de 38 legisladores.
“Nueva República no formará parte de este teatro de Carlos Alvarado. Nosotros no nos prestaremos al juego de hacer creer a la gente que de verdad hay voluntad auténtica de abrir un diálogo sincero cuando en realidad otra es la intención. Solo quieren más impuestos”, dijo Carmen Chan, jefa de Nueva República.
Los legisladores no participarán directamente en el diálogo con voz y voto, según la metodología aprobada, aunque sí podrán ver las sesiones de trabajo que serán privadas a la prensa y el resto de la población.
Las recomendaciones del grupo civil serán obligatorias para el Gobierno en los casos en donde haya acuerdo y en los que no, quedará a criterio del Presidente.
Los acuerdos pasarán al Plenario para su votación.
Aunque todavía es muy temprano para saber si los grupos representados en la mesa de diálogo multisectorial se inclinarán por recomendar nuevos tributos, lo cierto del caso es que el Gobierno de Alvarado ha defendido la idea al considerar que es la única vía -junto al recorte de gastos
– para sanear las arcas del Estado.
Antes de renunciar a su propuesta de ajuste estructural con el Fondo Monetario Internacional, Alvarado propuso aumentar la renta corporativa del 30% al 36%, incrementar la renta al salario y aprobar un alza en el gravamen de bienes inmuebles.
Asimismo, defendió un tributo para todas las transacciones bancarias de 0,3%.
Por otra parte, la mesa de diálogo multisectorial que propuso el presidente tendría un desbalance en contra del sector productivo, según varios sectores y analistas.
Y es que la representación empresarial apenas es de cuatro personas; sin importar que genera el 85% del empleo en el país.
Mientras tanto, los sindicatos con cuatro dirigentes, podrían unirse con otros grupos afines como cooperativistas (4), solidaristas (2), productores agrícolas (2), iglesias (2), mujeres (2) y estudiantes universitarios (1), para bloquear el cierre, venta o fusión de instituciones públicas, así como proyectos que modifiquen el empleo público, a cambio de protegerse de cualquier impuesto o modificación que les afecte.
Mientras tanto, el sector productivo tendría que pagar más tributos o contribuciones solidarias, dijo Daniel Suchar, economista independiente, quien ve incluso la posibilidad de que las zonas francas entren el esquema.
La advertencia toma relevancia si se toma en cuenta que todas las decisiones de la mesa de diálogo se tomarán por medio de la votación de sus 29 integrantes.
“La reactivación económica debe ser el eje central de esta mesa de diálogo y el Ejecutivo debe comprender de una vez por todas, que la ciudadanía no está para pagar más impuestos”, dijo María Inés Solís, diputada de la Unidad.
Una mesa multisectorial permitiría concretar acuerdos sobre la situación fiscal, el empleo y el crecimiento económico, según el presidente.
La metodología estará a cargo del Estado de la Nación, así como los criterios de representación.
El espacio iniciará el próximo sábado 17 de octubre y tendrá un plazo de cuatro semanas para acuerdos que atiendan la estabilidad fiscal como prioridad inmediata.