NOTA DE TANO
PANAMÁ DIO A LA TRICOLOR UNA LECCIÓN TÁCTICA
Los amistosos entre Costa Rica y Panamá, ganados por los canaleros por idéntico resultado: 1-0, tuvieron un destacado y sorpresivo vencedor.
Thomas Christiansen, técnico de Panamá.
El estratega danés, sucesor del “Tolo” Gallego en el comando técnico de los canaleros, paró en el Estadio Nacional un equipo ordenado en lo táctico, bien ensamblado, con todas las zonas de su formación unidas, un equipo difícil de romper y con sus líneas bien definidas.
Panamá, sabía a lo que venía y a lo que jugaba. La nuestra se hundió en la incertidumbre.
Hace rato que las estadísticas nos muestran el avance del fútbol panameño.
La verdad que no se si ya nos alcanzaron, o hace mucho nos dejaron atrás, pero este par de ridículos de la Tricolor, cuyas derrotas rompieron varias marcas negativas en los enfrentamientos entre estos dos seleccionados, desnudaron las falencias de los nuestros y las virtudes del apuesto rival.
Después de la derrota en el primer partido, el técnico de Costa Rica, Rónald González brindó unas declaraciones totalmente inoportunas, al decir que varios de sus jugadores se estaban perdiendo el último chance de llegar a las eliminatorias.
Le metió presión externa, absolutamente innecesaria, a los jóvenes que convocó al plantel, aunque la verdad, esto de jóvenes resultó distante.
De la formación titular que enfrentó a Panamá en el juego dos, solo Minor Alvarez, Yostin Salinas, quizá Mauricio Núñez y Jostin Daly se pueden considerar como rostros nuevos. El resto de la nómina fue de jugadores de amplio recorrido.
En los 180 minutos de acción, se hizo evidente que las ilusiones del cuerpo técnico de Costa Rica se transformaron todas en buenas intenciones.
Se quisieron explotar las bandas de ataque con Jeykel Medina, John Jairo Ruiz, Bryan López, Johan Venegas, para nutrir de balones a los arietes Jostin Daly y su sustituto Yuaycell Wright. No se pudo hallar la fórmula.
Los volantes centrales, Yeltsin Tejeda y Marvin Angulo no pudieron romper las líneas defensivas del rival. Panamá, gracias a las indicaciones de su técnico Christiansen, atacó, retrocedió y se ordenó, de tal manera que la zona creativa criolla no halló espacios claros por donde filtrar balones a la artillería.
Panamá nos dio una lección táctica, fueron mejores en un par de compromisos para el olvido, donde el fútbol de Costa Rica no ganó nada, pero sí perdió mucho. Sus pergaminos se vinieron al suelo.