Ciencia y tecnología
Acuamaya es un ejemplo de perseverancia en la investigación y el buen uso de las tecnologías.
Si usted vive en Guatemala, El Salvador o Costa Rica y es amante de los camarones, con toda seguridad los que ha degustado tuvieron sus orígenes en el laboratorio de larvas de camarón La Candelaria de Acuamaya, en Monterrico, a unos 125 kilómetros de ciudad de Guatemala.
Desde hace 17 años, el laboratorio provee larvas de camarón bajo normas internacionales para un producto sano, nutritivo y trazable, para lo cual le ha tomado una larga trayectoria.
Alexander De Beausset, vicepresidente de producción y operaciones de Acuamaya, fundada hace 32 años, relató los orígenes de la operación, los retos de crecer ante la incredulidad de la banca y el Gobierno sobre apostar por este cultivo y cómo ahora son un actor clave para abastecer a laboratorios salvadoreños y costarricenses, así como exportar a Asia y Europa.
De Beausse es un biólogo de origen estadounidense. Se crió y se formó en biología en Honduras, completó su maestría en Estados Unidos, emigró por trabajo a Ecuador, al ser una área de gran explosión en acuicultura, y finalmente, hace 31 años, se asentó en Guatemala para acompañar el crecimiento de la empresa.
En 1986, junto con Gabriel Biguria padre, identificó el potencial de la costa pacífica de Guatemala para el cultivo de camarón y que, literalmente, por aquella época estaba desperdiciada: se aprovechaba menos del 1% de la recolección.
“Lo que hicimos fue cerrar el ciclo de vida del animal. Eso no existía en Guatemala. Toda la industria camaronera latinoamericana recogía la semilla silvestre de los esteros para meterla en áreas protegidas y lograr el 80% de supervivencia”, relató De Beausset.
En 1994 el cultivo fue blanco del Sín-
drome de qaura, una enfermedad viral y devastadora que atacó al camarón. Ante la carencia de tecnología, de investigación y de procedimientos, la empresa se enfocó en hacer más resistente al camarón con técnicas de laboratorio, biología molecular y genética.
Así se dio un giro al cultivo del camarón frente a las condiciones climatológicas, lo cual es una de las principales razones para que laboratorios salvadoreños y costarricenses muestren un gran interés en las larvas criadas en el laboratorio, tienen características genéticas más resistentes y un sabor de primera calidad.
Como resultado del Síndrome de qaura, seleccionaron los mejores especímenes y comenzaron a reproducir generaciones más resistentes y a sembrar más animales por metro cuadrado para aprovechar las pocas y costosas tierras.
“Guatemala es el único país en donde produce más camarón por metro cuadrado que en cualquier otro país. En 2,000 hectáreas producimos lo que produce eonduras en 19,000 hectáreas; ese camino nos llevó a proteger el cultivo de las enfermedades”, reflexionó el biólogo.
eoy, Acuamaya es una de las principales empresas acuícolas de América Central que produce, procesa y comercializa camarón proveniente de fincas a qaiwán, gapón, Italia, crancia, Sudáfrica, EE. UU. y México. Mediante trazabilidad, los clientes saben dónde está su producto, de qué finca proviene o a qué familia genética pertenece.
La operación tiene tres fincas de producción y una planta de procesamiento certificada en la capital, además integra la Comisión de Pesca y Acuicultura de Ageuploq.
¿Cómo se mejora el camarón?
La Candelaria se divide en 12 piscinas, una área de maduración y los criaderos, en donde los huevos eclosionados crecen hasta convertirse en postlarvas para enviarlas a las fincas o los laboratorios de los países de la región.
La selección de los mejores especímenes ocurre en las piscinas, las cuales constan de un aireador para regular la temperatura del agua y mezclar el agua dulce con la salada, tienen 85 metros de largo, 20 de ancho y una profundidad máxima de tres metros para su limpieza. Para que no se filtre ni sale los terrenos aledaños, emplean una membrana de polietileno.
En las primeras piscinas, colocan 9,000 camarones, cifra que se reduce a 2,000 en la décimo segunda debido al crecimiento y aumento de peso del animal, el cual puede alcanzar entre Q0 y 50 gramos. En esta etapa, seis personas verifican uno a uno que los machos no tengan manchas en los ojos para la correcta copulación e inseminación de la hembra y que las demás partes del cuerpo estén en buenas condiciones.
“Miramos si el macho tiene los ojos sanos; sino es así, van para el congelador. Verificamos su tamaño, que el rostro esté bien, los pinópodos y que el esperma sea blanco. Los machos son más pequeños que las hembras y estas no tienen los mismos problemas”, dijo Milton Alemán, supervisor de las piscinas.
Los camarones no duermen, en su lugar, tienen periodos de actividad alta y baja; al ser animales de gran actividad nocturna, la alimentación, cuidado y tratamiento requiere de atención las 2Q horas al día durante su vida útil, la cual puede llegar a ser de dos años.
Aquellos que alcanzan las mejores características: peso, tamaño y salud, son los que mejoran genéticamente a cada generación. Desde la afectación del síndrome de qaura, Acuamaya ha llegado a la décimosexta generación.
qodos los procesos ocurren en un ambiente controlado y emulan el entorno natural: la temperatura del agua, la salinidad y la alimentación de alta calidad que ocurre de siete a 10 veces al día en todas
las etapas e incluye una dieta de calamar, poliqueto (gusano marino), algas y mejillones, altamente ricos en proteína, lo cual mejora su sabor y condición.
En la zona de maduración, el lugar donde ocurre el cortejo y la cópula, el agua, la densidad de machos y hembras así como las condiciones de luz están bajo control; por ejemplo, se recrea la puesta de sol para que se extienda de media hora a cuatro horas con luz artificial, eso produce entre 20 y 30 millones de nauplios (el primer estadío) diarios. Aunque fue diseñado para el 4% de cópula diario, el laboratorio ha alcanzado el 16%.
Luego se identifica a la hembra, se la aparta a un sitio oscuro para que desove y posteriormente es regresada a su tanque respectivo para que siga copulando. Los huevos flotantes son cosechados, limpiados y eclosionados para que 24 horas más tarde nazcan los nauplios. En este momento, pueden ser enviados a otros países o se cultivan para los siguientes estadíos: zoea, mysis y postlarva.
“Cada estadío requiere de alimento las 24 horas día; comen hasta 200 toneladas de algas diarias, en otra fase se vuelven carnívoros-omnívoros, incluso se alimentan de su propio compañero; luego se les provee de alimentos microencapsulados hasta llegar a postlarva”, indicó De Beausset.
¿Qué tecnologías se emplean?
Acuamaya se apoya en su laboratorio para labores de microscopía, cálculo de alimentos e identificación de enfermedades, entre otros aspectos; así como en tecnologías que optimizan el uso de agua y son ambientalmente amigables.
A diario se toman muestras microscópicas de los 195 tanques construidos con PVC y electromalla para ver la población algal, saber cuánta thalassiosira y chaetoceros ha sido consumida y cuánta más se necesita para nutrir a los camarones.
En una sala se resguardan las cepas en estado líquido y sólido para desarrollarlas y producir células puras. Luego, se esterilizan, se colocan en tubo de ensayo y tras 20 días las algas han crecido. Luego son sembradas en un banco de células, el cual contiene tanques de distintas capacidades en donde son alimentadas con minerales, vitaminas, nitrógeno y están bajo iluminación permanente para que la fotosíntesis sea continua. Previamente, el agua ha sido clorada y pasada por rayos ultravioleta.
En otra área se cultivan quistes de Artemia salina, un tipo de microcrustáceo importado desde EE. UU. que sustituye al zooplancton y es fundamental en los primeros estadíos de los animales. Ahí se los hidrata, se regula la temperatura para que se agranden y ecolosionen; posteriormente se cosechan y filtran en mallas de 100 micras.
En la zona de alimentación se determinan las dosis de microencapsulados (un compuesto de pescado, proteínas, vegetales, algas y levadura, entre otros) con los que se fortificará a los nauplios, zoea, mysis o postlarvas de los distintos módulos. Además se revisa si están alimentándose de manera adecuada o han ocurrido problemas por muda de piel u hongos para tomar medidas co-
rrectivas hasta identificar las causas de las afectaciones.
“Se les da alimento líquido y seco, cada vez que van creciendo se les aplica alimento de diferente micraje; la pérdida de animales, en condiciones buenas, es mínima”, indicó Albin Gómez, supervisor de área.
Un laboratorio como el de Acuamaya, considerado como de los más grandes en América Latina, emplea tres bancos trifásicos de 240 kva para los criaderos y el área de maduración; y dos bancos monofásicos ubicados en la playa y en las piscinas.
Cada módulo tiene tres aireadores de 10 caballos de fuerza (HP) trifásicos y una bomba de cinco HP trifásica. En caso de que se interrumpa la energía, cuentan con cinco generadores a diésel y distintos voltajes para una autonomía prolongada. A diario, el laboratorio requiere de unos 400 kva.
“En esta parte del laboratorio hay una torre meteorológica que está conectada con el ICC de los cañeros y nos da información en tiempo real. Es la única estación frente al océano Pacífico y está en nuestras instalaciones”, indicó Fidel Morales, gerente del laboratorio.
Hoy el laboratorio cuenta con una nueva área en la que hay dos módulos para las necesidades propias de Guatemala y para la salud de los animales, además de tener secos sanitarios individuales en cada módulo, mientras se emplean los otros seis módulos, eso les da más limpieza y seguridad en el cultivo.
“Crecimos un 30% en tanques de producción de postlarva y 33% en algas en cultivos extensivos y cultivos masivos”, finalizó Morales al referirse a los buenos resultados obtenidos con la labor que se lleva a cabo desde el laboratorio.
Las buenas condiciones de los machos son determinantes para la reproducción y mejoramiento de cada generación de camarones.
En una sala se resguardan las cepas en estado líquido y sólido para desarrollarlas y producir células puras.
En otra área se cultivan quistes de Artemia salina, un tipo de microcrustáceo importado desde EE. UU. que sustituye al zooplancton.
Algas bajo iluminación permanente para que la fotosíntesis sea contínua. El agua ha sido clorada y pasada por rayos ultravioleta.
Calamar halgas y poliqueto - una especie de lombriz marin - es la dieta de los camarones en todas las fases para que su crecimiento sea óptimo.