Economía y valores pueden ir juntos
Tres jornadas intensas en comisiones, por ramas y en plenario no agotaron el debate, más bien trazaron las pautas para que la Primera Conferencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Construcción vuelva a la base
Revolución es construir y tenemos el honor de poder hacerlo juntos, porque no solo se trata de lo que se realiza con bloques y cemento, sino con lo que cada cual crea cada día para desarrollarnos, resaltó el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, miembro del Buró Político del Partido y vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, al intervenir en la sesión de clausura de la Primera Conferencia Nacional del Sindicato de Trabajadores de la Construcción (SNTC).
Igualmente reiteró que es necesario trabajar de manera sistemática sobre la vergüenza, dignidad y compromiso de los hombres por su Revolución, y llamó a hacer las cosas bien con los recursos que tenemos a mano.
Sus palabras acotaron el debate de dos temas en los cuales se centró la última jornada del foro: la producción con calidad y el enfrentamiento al delito, la corrupción e indisciplinas en el sector, aunque se abordaron otros como lo imperioso de una preparación constante e integral del dirigente sindical, y de llevar adelante una política de cuadros, según plantearon Aleidis Nuviola Riera, de la Empresa de Proyectos No. 15 de Santiago de Cuba, y el joven Julio César Marrero, secretario general de Acueducto y Alcantarillado en Holguín, respectivamente.
Yadira Rodríguez, representante de la Comercializadora Escambray, significó que para enfrentar con valentía la corrupción y el delito es preciso exigir, combatir y transformar las formas de hacer. “Organizamos la guardia obrera, pero no es suficiente”, afirmó.
Un ejemplo de consagración colectiva, con resultados tangibles en la disponibilidad de agua para la población y la agricultura, en el control de los recursos, el fomento de una gran familia y la atención integral al trabajador fue expuesto por Roberto Pupo Verdecia, director general de la Empresa de Servicios Ingenieros Dirección Integrada de Proyectos Trasvases, en Holguín.
Motivado por su intervención el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés señaló que así se debe trabajar, pero lamentablemente eso no ocurre en todos los lugares.
La titular del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, Inés María Chapman, subrayó la importancia del autocontrol en las empresas, el brindar un servicio de calidad y trabajar en la motivación. “No podemos olvidar estar unidos, estimular el sentido de pertenencia, ser muy sensibles con los problemas de nuestra gente, buscar alternativas para sortear las limitaciones del bloqueo, porque tenemos que seguir dándole agua a la población”, insistió.
René Mesa Villafaña, ministro de la Construcción, explicó el ambicioso programa constructivo que se avecina, y abundó en el de la vivienda, lo mismo por la población como por las entidades estatales, para lo cual va en aumento y diversidad la producción local de materiales, y se introducirán tecnologías generadoras de más productividad y calidad.
El dedo en la llaga
Con el aval de sus 41 años en la construcción, los últimos cuatro al frente de una cooperativa no agropecuaria en Santiago de Cuba, intervino Ricardo Veranes Carrión, Héroe del Trabajo de la República de Cuba:
“Los constructores están obligados a unirse y trabajar duro con calidad, productividad y cero robos”, apuntó categóricamente, y enumeró asuntos que, dada su experiencia, son los lastres que hoy impiden eficacia en el proceso inversionista.
Mencionó la recurrencia en la inadecuada preparación de las obras, de los operarios y de los ejecutores, haber perdido al jefe de cuadrilla, el único que con su especialización puede orientar de forma correcta y avalar que los trabajos estén bien realizados.
¿A quién se le ocurre poner al frente de los albañiles a un plomero o a un pintor?, enfatizó.
Aseveró que el delito y la corrupción afectan la calidad, pero, ¿cuántas veces se habla del tema en las asambleas de afiliados y de trabajadores? Porque en la construcción no pasa lo que en otros lugares, pues si se desvían recursos enseguida en los alrededores se notan mejoras constructivas y a veces hasta las pintan del mismo color de la obra, alegó.
El inversionista de la vivienda tiene que velar, y recibir lo que esté bien o de lo contrario no firmar, si esto se generaliza veremos si se resuelven o no los problemas que existen con la calidad en la edificación de casas, subrayó.
Sus palabras fueron aplaudidas, aunque la mejor forma de refrendarlas está en el empeño diario, en extender los debates, porque para los constructores, la conferencia vuelve a la base.