Reforma policial

Las protestas en los Estados Unidos se han orientado a demandar una reforma de la policía que, en su caso, son numerosas debido al esquema federal de su sistema político. Así, hay departamentos de policía de ciudades, de condados, estatales y una policía federal, el FBI, especializada en varios tipos de delitos de carácter federal.

En nuestro país, por el contrario, por el carácter unitario de nuestro régimen, tenemos una Policía Nacional, aunque algunos ayuntamientos tienen policías municipales con limitada competencia, y las reformas que se han sugerido nunca han tocado los aspectos que se solicitan en los EE.UU.: el racismo de la policía; sus métodos y hasta su corrupción.

Aquí, nos hemos conformado con cambiarle el nombre del Jefe por Director,

limitar el número de generales en la fuerza, pero no nos ha interesado el tema de los “intercambios de disparos”, sus métodos y hasta la conocida corrupción e impunidad en sus filas.

Como nos gusta copiar tanto todo lo que ocurre en la gran nación del Norte, debiéramos fijarnos bien en los cambios que se produzcan allá para mejorar aquí nuestra Policía.