De salvador de Ruanda a prisionero
yKIGALI, Ruanda — Como administrador de un hotel de cinco estrellas, donde 1.268 personas se refugiaron del genocidio ruandés de 1994, Paul Rusesabagina era conocido por ser ecuánime —una virtud que mantuvo alejados a los asesinos, ayudó a que todos sus huéspedes sobrevivieran y derivó en una película nominada al Oscar, “Hotel Rwanda”, que dio a conocer su historia al mundo entero.
Ahora Rusesabagina ha vuelto a Ruanda, pero esta vez está bajo arresto, en una celda en la estación central de policía de Kigali, donde duerme en una cama cubierta con un mosquitero.
No hace mucho, Rusesabagina, de 66 años, era una celebridad en Estados Unidos y recibía generosas sumas por sus discursos en todo el mundo. Era un icono de los derechos humanos que advertía sobre los horrores del genocidio y ofrecía un ejemplo de cómo hacer frente a ello.
Ahora está de regreso en el país al que juró no volver, a merced de un presidente, que lleva 13 años persiguiéndolo y se prepara para enfrentar un juicio por asesinato,