LA FRASE
No renunciaré. Yo no compré el silencio de nadie. Exijo una esclarecimiento pleno de todo. Ambas condiciones se dan puesto que las denuncias contenidas en la delación corresponderían a marzo de este año.
La crisis estalló el jueves, con la información de que Temer habría sido grabado por el empresario Joesley Batista, que colabora con la justicia en investigaciones sobre corrupción, cuando avalaba un supuesto soborno a un exdiputado preso a cambio de su silencio.
El objeto de la presunta coima sería Eduardo Cunha, expresidente de la Cámara baja, antiguo aliado del gobernante y promotor del juicio político que condujo el año pasado a la destitución de Dilma Rousseff y, por consecuencia, llevó a Temer al poder.
A la demanda de “renuncia inmediata” que defiende la minoritaria oposición se sumaron sectores del oficialista Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), representado en el Gobierno con dos ministros.
El malestar en el PSDB también se agravó por una vasta operación policial contra su presidente, Aécio Neves, cuyas oficinas y residencias fueron allanadas ayer por la policía.
Además, el Tribunal Supre- mo suspendió a Neves de su escaño de senador, lo que lo despojó de la inmunidad parlamentaria y lo puso en riesgo de ser detenido, también por asuntos de alegada corrupción.
El Tribunal, que asumió diferentes peticiones de la Fiscalía, también ordenó la suspensión del mandato del diputado Rodrigo Rocha Loures; la detención de la hermana y asesora de Neves, Andrea Neves; y el arresto del fiscal electoral Ángelo Goulart Villela, delatado asimismo por Batista.
En el oficialismo, también pidieron la dimisión de Temer parlamentarios de los partidos Demócratas (DEM y Popular Socialista (PPS), que así como el propio PSDB barajan la posi- bilidad de salir del Gobierno en caso de que Temer insista en permanecer en el cargo.
Según la Constitución, si Temer renuncia o es destituido, el Congreso deberá realizar una elección indirecta para escoger a quien completará el período que inició Rousseff en 2015.
Sin embargo, el propio Congreso pudiera aprobar una enmienda constitucional para convocar una elección directa este mismo año, un asunto sobre el que existen propuestas que ya tramitan en las cámaras.