LA FRASE
Esta es la mayor caza de brujas individual de un político en la historia estadounidense.
A finales de marzo, la Sala Constitucional decidió asumir las competencias del Parlamento y acabar con la inmunidad de los legisladores, en dos fallos temporales que encontraron el repudio internacional.
El presidente de EE. UU., Donald Trump, que ayer se reunió con su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, lamentó “el deterioro de la situación en Venezuela” y dijo que “está en muy mal estado”.
“Una Venezuela en paz y estable va en el interés de todo el hemisferio. Y Estados Unidos estará del lado de los pueblos de este gran hemisferio que anhelan la libertad”, añadió Trump en una rueda de prensa conjunta con Santos.
En Colombia, la versión digital de diario El Tiempo indicó que cuatro senadores republicanos confirmaron al medio que ofrecieron a Santos ayuda militar ante la situación vecina.
El senador Lindsey Graham le preguntó al presidente Santos, según el sitio web, qué tipo de armamento creía necesario para disuadir una provocación por parte de Caracas, mientras que Marco Rubio también expresó la necesidad de fortalecer las fuerzas armadas del país en caso de que la crisis en Venezuela se desborde y se produzca una emergencia militar o humanitaria.
Trump se mostró más inte- resado en la erradicación de cocales, el combate al narcotráfico y la crisis humanitaria en Venezuela que en la implementación del acuerdo de paz en Colombia, durante su primer encuentro con Santos.
Con su par colombiano al lado, Trump negó ayer rotundamente haber tratado de interferir en la investigación del FBI sobre la injerencia rusa en los comicios presidenciales de noviembre pasado, donde venció a la demócrata Hillary Clinton.
Preguntado durante la rueda de prensa conjunta sobre si trató de poner fin a esas investigaciones, Trump fue rotundo y cortante respondió “no”, y pidió la siguiente pregunta.
“Incluso mis enemigos han dicho que no hay colusión. No hay colusión, Rusia está bien”, dijo Trump respecto a las investigaciones sobre la posible coordinación de su campaña con el Kremlin para perjudicar a la exsecretaria de Estado. Cualquier sugerencia de un posible mal proceder al respecto fue calificada por el mandatario como “totalmente ridícula”.
El presidente dijo respetar el nombramiento del fiscal especial para dicha investigación, Robert Mueller, pero consideró que su designación “divide” al país, es “una caza de brujas” y distrae de otras cuestiones en las que debería estar trabajando Estados Unidos.