U
n fotomontaje difundido por Al Qaeda para conmemorar el 16º aniversario de los atentados del 11 de septiembre muestra el rostro de Osama bin Laden envuelto en las llamas de las torres gemelas. A su lado, está su hijo, Hamza, el “príncipe heredero de la yihad”.
Hamza aparece desde que era apenas un niño en la propaganda de la red fundada por su padre. Ahora de 28 años, los analistas estiman que se prepara con esmero para tomar las riendas de la organización y unificar a los yihadistas del mundo entero bajo un mismo nombre, aprovechando el debilitamiento militar del grupo Estado Islámico (EI).
En un informe publicado por Combating terrorism center (CTC) de West Point, Ali Soufan, exagente especial del FBI especialista de Al Qaeda, escribió: “Hamza está en plena preparación para ocupar un papel dirigente en la organización creada por su padre”.
“Como miembro de la dinastía Bin Laden, es probable que sea bien recibido por los yihadistas de base”, añadió. “En momentos en que el ‘califato’ del Estado Islámico está al borde del precipicio, Hamza es ahora quien está en mejor posición para reunificar al movimiento yihadista mundial”.