El vaivén del hospital más grande de la seguridad social
El Teodoro Maldonado trata de lavar su cara tras intervenciones e irregularidades detectadas ❚ Medicina caducada y una alta tasa de mortalidad, sin responsables
El cuadro era demoledor: escasez de medicinas, robo de fármacos, retrasos de cirugías, falta de insumos para exámenes, equipos dañados, sobreprecios... El hospital Teodoro Maldonado Carbo entró en emergencia el 21 de enero de 2015 y días después el expresidente Rafael Correa llegó en una visita sorpresa, al tiempo que la Fiscalía investigaba la existencia de una presunta red de corrupción. Desde entonces, el hospital ha ido de pequeñas recuperaciones a drásticas recaídas o a nuevos males.
El Teodoro fue intervenido en febrero de ese año y tres años nueve meses después este centro, considerado el más grande de la seguridad social en el país y que atiende a más de 15.000 personas al mes, sigue en el ojo de las denuncias.
EL DETALLE Atenciones. Cuenta con 345 médicos especialistas y 224 generales. Tiene 40 especialidades entre clínicas, quirúrgicas, en diagnóstico y tratamientos.
La Contraloría General del Estado, como publicó EXPRESO el 11 de octubre pasado, reveló la existencia de medicina caducada desde noviembre de 2017 por cerca de un millón de dólares en las bodegas de la institución. En septiembre este lote fue retirado, dijo el actual gerente general, Luis Jairala. Y reveló que no es la única anomalía que encontró a su arribo a la institución en noviembre pasado. Hubo una tasa de mortalidad superior al 14 %, epidemias, quirófanos cerrados... Problemas que, asegura, se van corrigiendo, pero que en menos de un año no puede resolver por completo.
¿Entonces qué tan difícil será recuperar a este hospital de 800 camas (con el 26 % inutilizado)? El presidente del Colegio de Médicos del Guayas, doctor Washington Ladines, cree que tomará su tiempo, pero que se logrará, aunque hay problemas que, recalca, son grandes y que se producen por factores externos. “No hay medicamentos para enfermedades catastróficas como el cáncer y la señora ministra de Salud no nos aprueba el nuevo cuadro de medicamentos básicos. Es un problema gravísimo”, dijo. Es un inconveniente que se puede comprobar por las denuncias que realizan los perjudicados a través de las redes sociales y que las han llevado hasta los juzgados.
El doctor Wilson Drouet, quien dirigió dos hospitales públicos de Guayaquil y que está frente a la Asociación Médica Panamericana (PAMA), habla de la necesidad de crear una comisión que defina el nuevo rumbo que deberá tomar el hospital. Sugiere que ese equipo incluya a médicos de prestigio y también a economistas para saber cómo actuar. Y lo más importante, dar con algo que no se tiene hasta ahora: los culpables de la corrupción y de las altas tasas de mortalidad.
Esto ocurre mientras el hospital intenta lavar su cara y presenta como muestra premios nacionales e internacionales en Gastroenterología, en Neurocirugía y en trasplantes.
El hospital más grande del país debería ser el mejor del Ecuador. Dista mucho de eso, pero al menos ahora se están haciendo gestiones para que vaya a la vanguardia.