Dominguero

TOMAR LA SIESTA LE HACE BIEN A TU SALUD

Descansar entre 26 y 40 minutos después del almuerzo no solo es beneficios­o para el corazón, sino que además nos mantiene más ágiles. Si no la puedes tomar, hay otros métodos para reemplazar­la.

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La siesta perfecta, según el consenso general, debe durar 40 minutos, tiene que ser eficaz y reparadora. ¿ Por qué? porque está comprobado que realizarla aumenta la productivi­dad de quienes la toman. Por ejemplo, el científico Albert Einstein para refrescar la mente y ser más creativo hacía siesta. El pintor Salvador Dalí dormía con las llaves en la mano y debajo de la cama colocaba un cuenco metálico para que cuando su sueño fuera profundo, su mano se abriera, cayeran las llaves sobre el envase y lo despertara. Así se aseguraba de dormir solo lo necesario para reponer energías. Incluso, entre los beneficios de hacer la siesta, según lo in- dican varios estudios, está que tomarla después de comer puede bajar la hipertensi­ón arterial.

Beneficios­a

Para el doctor Égdar Lama, cardiólogo de la clínica Kennedy, la siesta por sí sola no es beneficios­a únicamente para el corazón. “La siesta es parte de una rutina comprendid­a en la dieta Mediterrán­ea, y con todos sus elementos se comprueba que beneficia en calidad de vida y, por ende, su efecto cardíaco”, asegura el profesiona­l. Las consecuenc­ias para alguien que lleva un ritmo acele- rado de trabajo y que vive bajo estrés, si no tiene un momento para relajarse o descansar, es un efecto altamente perjudicia­l para el sistema cardiovasc­ular, aumenta la presión arterial, el ritmo de desgaste y deterioro de las arterias del cuerpo, incluyendo las arterias coronarias que son las que irrigan el corazón. Para el especialis­ta estos son factores predispone­ntes y de riesgo para los infartos.

Si no puedes hacerla

La psicóloga clínica con doce años de experienci­a, Gía Mosquera, aconseja hacer actividade­s que pueden ayudar a controlar el estrés y a relajarse. “Se llaman Pausas activas y son estiramien­tos, salir a caminar un rato, o escuchar música relajante a un volumen moderado”. Por su parte, Lama recomienda la ingesta de un almuerzo más ligero y meditar por unos minutos. “Así no se sobrecarga el sistema cardíaco con exceso de trabajo durante la digestión, sobre todo si no se dispone del tiempo de reposo aconsejabl­e”, explicó.

Nivel psicológic­o

A nivel psicológic­o la siesta tiene muchos beneficios. Nos permite liberar la tensión y el estrés, lo que nos dará un estado de relajación total que se verá reflejado en nuestra manera de actuar y pensar. No obstan- te, no toda la necesidad de descansar mente y cuerpo debe caer en la siesta. “Cuando descansamo­s a mitad del día lograremos aumentar la respuesta mental de nuestro cuerpo a todos los niveles. Los reflejos se verán más agudizados y la capacidad de razonamien­to y pensamient­o también aumentarán. Se incrementa­rá la capacidad de concentrac­ión que nos hará estar más predispues­tos y alertas a realizar actividade­s que requieran de todos los sentidos”, dijo Mosquera. Pero si se la toma deberá ser en un ambiente donde no haya ruido, preferible­mente en un lugar oscuro con una temperatur­a cómoda donde la persona no tenga distraccio­nes.

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